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AFP-LONDRES
El partido laborista del primer ministro británico Tony Blair sufrió un duro revés en las elecciones locales del 1 de mayo, primera prueba electoral de post-guerra, mientras los conservadores y en especial los liberales-demócratas, experimentaron un aumento en el número de escaños conseguidos.

El Partido nacional británico (BNP, extrema derecha), muy minoritario, logró incluso avances con 12 escaños, siete más que antes, en especial en Burnley (norte), donde ocurrieron violentos disturbios en 2001.

Según un cálculo de la BBC, el Partido conservador obtuvo 34% de los votos, contra 30% para los laboristas y 30% para los liberales-demócratas.

El Partido laborista perdió unos 700 escaños (de un total de 11.800 en juego) y 29 consejeros locales de 308 en Inglaterra. Los expertos consideraban que más de 500 escaños perdidos era un mal resultado para Tony Blair.

El Partido laborista perdió la mayoría en Birmingham (centro), bastión de los laboristas desde hace 19 años, y el control de Coventry (por primera vez después de 25 años), Bristol y Torbay.

Sin embargo, ganó la mitad de los escaños en la asamblea de Gales, donde podrá gobernar solo y mantuvo el dominio en el parlamento de Escocia, donde tendrá que volver a hacer coalición con los liberales demócratas.

El Partido Conservador ha sido el gran vencedor de las elecciones municipales celebradas ayer en Reino Unido con un aumento de más de 500 escaños locales. Aunque la victoria de los 'tories' se esperaba, ésta ha sido mucho más holgada de los que daban a entender las encuestas.