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AGENCIAS-NUEVA YORK
La decisión del presidente de EE UU, George W. Bush, de enviar las tropas norteamericanas a Irak dentro de su plan contraterrorista ha tenido un efecto perverso si se tienen en cuenta los resultados de un informe de un grupo de expertos de la CIA que destacan que el país se ha convertido en el principal destino de entrenamiento de terroristas al hacer la guerra más permeables sus fronteras.

El informe de 119 páginas, eleborado por alrededor de mil expertos estadounidenses y extranjeros, subraya que Irak ha sustuido a Afganistán como centro de entrenamiento terrorista, convirtiéndolo en un «imán para las actividades terroristas internacionales».

La CIA mantiene que antes de la invasión de Irak, Sadam Husein tenía sólo vínculos circunstanciales con algunos miembros de Al Qaeda.

Sin embargo, el informe afirma que la inestabilidad que ha sucedido a la guerra en el país árabe ha agudizado el resentimiento del mundo musulmán hacia Estados Unidos y ha animado a terroristas extranjeros hacia un país sin vigilancia fronteriza y con toneladas de armamento que es usado contra las tropas americanas.

El presidente de EE UU, George W. Bush, quien siempre había rechazado admitir errores, ha reconocido ahora que se equivocó al decir una bravuconada sobre los rebeldes en Irak.

«Que vengan», retó Bush a los insurgentes en julio de 2003, dos meses después de haber declarado el fin de las «principales» operaciones militares. Bush admitió ayer que tiene dudas sobre lo adecuado de aquella expresión.

Hombres armados secuestraron ayer a quince miembros de la Guardia Nacional iraquí tras una emboscada contra su convoy en el oeste de Bagdad, mientras una docena de chiíes y kurdos murieron en ataques de los rebeldes suníes.