La nube de ceniza del volcán Grimsvötn alcanzó ayer entre los 6.000 y 10.000 metros de altura, la mitad que el primer día. | EUMETSAT / HO

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La Unión Europea ha activado una célula de coordinación de crisis para responder con rapidez y de manera ordenada al posible impacto que provocaría la llegada de la nube de ceniza del volcán islandés Grimsvotn al espacio aéreo europeo.

El grupo, que reúne a la Comisión Europea (CE), las aerolíneas europeas, los aeropuertos, las autoridades nacionales de aviación y la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol), emitirá unas directrices en las próximas horas para clarificar en qué condiciones se podrá o no volar, según informó el Ejecutivo comunitario.

El objetivo es coordinar una acción por parte de los países que pueda mitigar cualquier efecto potencial, manteniendo a la vez los niveles de seguridad.

La agencia precisó sin embargo que, según el Centro Asesor sobre Cenizas Volcánicas de Londres, «existe una alta posibilidad de que algunas partes de la nube afecten a Escocia e Irlanda en las próximas 24 horas».

Además, explicó que «debido a las inestables condiciones meteorológicas, no es posible identificar con certeza los movimientos de la nube de ceniza más allá de ese plazo de tiempo»

Eurocontrol anunció que emitirá la próxima actualización sobre el tráfico aéreo europeo esta mañana.

El comisario europeo de Transporte, Siim Kallas, indicó que la situación «evoluciona cada hora», aunque subrayó que la UE está ahora en «una posición mucho mejor» que el pasado año, cuando la llegada de una nube de ceniza procedente de otro volcán islandés paralizó el tráfico aéreo europeo.

Aunque reconoció que esta semana puede ser difícil para los pasajeros y el sector de la aviación en Europa, señaló que existen instrumentos que «permiten una evaluación de riesgo más precisa, para evitar en lo posible el cierre del espacio aéreo europeo, garantizando a la vez la seguridad»..

La CE recordó que en el caso de que se produzcan trastornos en el tráfico aéreo, las aerolíneas están obligadas a informar a los pasajeros, así como a reprogramar trayectos o reembolsar los gastos de los billetes de los vuelos afectados.

La erupción es «menos grave» que la registrada el pasado año, destacó por su parte el ministro Miguel Sebastián.