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El presidente francés, François Hollande, recibirá este lunes a la canciller alemana, Angela Merkel, para evaluar las consecuencias del referéndum griego, anunció hoy el Elíseo pocos minutos después del cierre de los colegios electorales.

En un comunicado, la presidencia francesa señaló que la entrevista, a la que seguirá una cena de trabajo, se enmarca en «la cooperación permanente entre Francia y Alemania para contribuir a una solución duradera en Grecia».

La cita de mañana manifiesta la voluntad de París y Berlín de adoptar una posición común, después de que esta semana se hayan puesto en evidencia las diferencias de estrategia frente al desafío del primer ministro griego, Alexis Tsipras, con la convocatoria del referéndum.

El ministro francés de Economía, Emmanuel Macron, había subrayado horas antes, cuando los griegos estaban votando, que incluso en caso de que el «no» ganara en el referéndum, desde mañana habrá que volver a discutir un acuerdo con Atenas para impedir la salida de Grecia del euro.

Macron dijo que en esa negociación el objetivo será «encontrar un compromiso para Grecia basado en las reformas, en una deuda sostenible, en una evolución de la situación financiera -para lo que nosotros también tendremos que hacer esfuerzos-, en un acompañamiento administrativo, político».

El ministro francés insistió en que «es evidente que la respuesta a un 'no' griego no puede ser una salida automática» del euro, y que «Francia trabajará en la construcción de un compromiso».

Un 57 % de los franceses quieren que Grecia se mantenga en la zona euro, el mismo porcentaje que hace un mes, según una encuesta realizada por el instituto demoscópico BVA y publicada hoy por «iTélé» y Orange.

Los más favorables a que Grecia siga en la zona euro son los votantes de partidos de izquierdas (75 %) y de las formaciones centristas que son el Modem (71 %) y la UDI (64 %).

En cuanto a los simpatizantes de Los Republicanos, el partido conservador del expresidente Nicolas Sarkozy, la mayoría es mucho menos contundente: un 50 % frente a un 47 % en favor de que Atenas abandone la eurozona.

Sarkozy cargó ayer contra la estrategia de Hollande sobre Grecia porque a su juicio no se pueden buscar compromisos «con cualquiera, y no cualquier compromiso».

Además, el expresidente francés hizo hincapié en que «Tsipras se ha colocado en una situación imposible. Si el pueblo griego dice 'sí' al plan que propone Europa, está obligado a irse. Si los griegos dicen 'no', Tsipras no puede negociar porque eso equivaldría a negociar con sus socios europeos con un mandato todavía más duro que el de antes del referéndum».

«Grecia se ha dotado de un primer ministro que no comparte ninguno de nuestros valores, que no asume ninguna de las responsabilidades que deberían ser las de un primer ministro de un gran país de Europa, que dice a los acreedores que le importa poco lo que piensan», denunció.

Por eso Sarkozy estimó que «la cuestión no es tanto cómo proteger Grecia, sino cómo se protege a los otros 18 países actualmente miembros de la zona euro».