Michel Kafando, presidente de Burkina Faso, durante un acto este miércoles. | Reuters

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El presidente del Gobierno de transición de Burkina Faso, Michel Kafando, fue restituido este miércoles oficialmente tras pasar siete días apartado de su cargo por un golpe de estado de la guardia nacional.

«La transición está de nuevo en marcha, continuaremos con la misión que el pueblo nos ha encomendado», afirmó durante su discurso en una ceremonia celebrada en Uagadugú para anunciar oficialmente la vuelta del Gobierno.

En el acto estuvieron presentes jefes de Estado y representantes de países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), institución que ha mediado en la crisis protagonizada por militares afines al expresidente Blaise Compaoré, derrocado por revuelta popular a finales de 2104 tras 27 años de poder.

Kafando les agradeció su participación en la resolución del golpe y subrayó que el rechazo unánime internacional que generó la sublevación es una prueba de que la transición en Burkina «va por buen camino».

«Esta ceremonia simboliza la continuación de la transición hacia unas elecciones libres y pacíficas que serán apoyadas por la CEDEAO», refrendó por su parte el presidente de Benin, Thomas Boni Yayi.

La restitución del Gobierno ha llegado tras el posicionamiento del Ejército en favor de la transición y el acuerdo mediado por el bloque regional.

Según adelantó hace dos días el presidente de Senegal, Macky Sall, el principio de acuerdo -cuyos términos finales se desconocen- concedía la amnistía a los golpistas y permitía las candidaturas afines Compaoré en las elecciones, aspiración vetada en la última reforma electoral.

La junta golpista se comprometió a devolver el poder al Gobierno de transición tras un principio de acuerdo que implicaría además retrasar las elecciones legislativas y presidenciales desde el 11 de octubre al 22 de noviembre.

La guardia presidencial, cuerpo fiel al expresidente, se alzó contra el Gobierno de transición el 16 de septiembre y tomó como rehenes a Kafando y a los miembros de su gabinete.

Durante los últimos siete días, el país ha vivido una fuerte tensión civil y militar con al menos diez muertos en protestas ciudadanas y un ultimátum del Ejército que dejó al país al borde de la guerra civil.