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Los presidentes de Francia y Rusia, François Hollande y Vladimir Putin, respectivamente, han acordado intensificar y coordinar los ataques aéreos contra el Estado Islámico en Siria, pero han aclarado que las diferencias en torno al futuro del presidente sirio, Bashar al Assad, persisten.

Hollande ha acudido este jueves al Kremlin en el marco de la ronda de contactos con jefes de Estado y de Gobierno que ha mantenido en los último días con la intención de formar una gran coalición contra el Estado Islámico.

Como primer paso, ambos se han mostrado dispuestos a intensificar sus respectivas campañas de bombardeos contra la organización terrorista en suelo sirio e incluso a coordinar los ataques aéreos dirigidos contra el transporte del petróleo en manos del Estado Islámico.

Para ello, han acordado también intercambiar la información de Inteligencia que manejan Francia y Rusia sobre las posiciones de los milicianos de negro en Siria con el fin de garantizar la precisión de los bombardeos.

«A este respecto lo que también hemos acordado -y esto es importante- es atacar solamente a los terroristas y al Daesh (Estado Islámico), no a las fuerzas que luchan contra el terrorismo», ha subrayado Hollande.

Se trata de establecer una cooperación bilateral efectiva para «evitar duplicidades y ataques contra aquellos terroristas y grupos armados que están dispuestos a luchar» contra el Estado Islámico, ha apuntado Putin en la rueda de prensa conjunta.

Estas matizaciones se deben a que diversas fuentes han acusado a Rusia de bombardear a la oposición al régimen de Al Assad, convirtiéndola incluso en su principal objetivo, a pesar de que justificó su intervención militar en Siria para derrotar el Estado Islámico.

COLABORACIÓN CON EEUU

El presidente ruso ha abierto la puerta a cooperar «en un futuro cercano con la coalición internacional liderada por Estados Unidos», que desde verano de 2014 bombardea a los terroristas del Daesh en Irak y Siria.

Putin ha condicionado esta hipotética alianza a que no vuelvan a repetirse sucesos como los del martes, cuando un caza ruso fue derribado por las fuerzas turcas cuando volvía de bombardear Siria por invadir el espacio aéreo de Turquía, según la versión de Ankara, que Moscú niega.

«Nosotros partimos de la posición de que no va a volver a pasar porque, de lo contrario, no habrá necesidad de cooperar con nadie, con ningún país ni con ninguna coalición», ha avisado el jefe de Estado de Rusia.

Putin ha considerado que el derribo del avión, así como la muerte de su personal militar --dos pilotos--, no solamente es algo «inaceptable», sino además «una traición» de un país como Turquía al que el Kremlin consideraba «amigo».

A este respecto ha revelado que Rusia informó a Estados Unidos del plan de vuelo de sus SU-24, como parte del acuerdo de seguridad alcanzado entre ambos para que sus aviones no choquen en el espacio aéreo sirio. «*Para qué le pasamos esa información a los estadounidenses si no están controlando lo que hacen sus aliados (de la OTAN)?», ha cuestionado.

EL OBSTÁCULO DE AL ASSAD

Por otro lado, tanto Hollande como Putin han insistido en la necesidad de buscar una solución política para la guerra en Siria --que ya suma casi cinco años--, pero nuevamente han disentido sobre el papel que debe desempeñar Al Assad.

«El caos que afloró en Siria en 2011 ha provocado una enorme ola de refugiados, matando a unas 300.000 personas, así que hay que encontrar una solución política a esta crisis», ha dicho Hollande, de acuerdo con la prensa rusa.

El líder socialista ha fijado una serie de «condiciones": «debe haber una coalición gubernamental, un gobierno independiente durante el periodo de transición, que debe llevar a una nueva Constitución y nuevas elecciones a las que concurran todas las facciones políticas».

«Y, por supuesto, Al Assad no debe jugar ningún papel en el futuro de Siria», ha dicho Hollande, reafirmando así la postura francesa al respecto, a pesar de que algunos de sus colegas europeos han comenzado a desviar el debate del régimen.

«Yo creo que el destino del presidente sirio debe estar en manos del pueblo sirio», se ha limitado a enfatizar Putin que, junto a Irán, es el principal valedor de Al Assad.