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Un tribunal neozelandés decidió este miércoles que el fundador del clausurado portal Megaupload, Kim Dotcom, y tres de sus exsocios pueden ser extraditados a EE.UU. para ser juzgados por presunta piratería informática.

La justicia estadounidense acusa al empresario alemán y a sus exsocios Mathias Ortmann, Finn Batato y Bram van der Kolk de trece delitos vinculados con piratería informática, crimen organizado y lavado de dinero.

El juez Nevin Dawson señaló que «la abrumadora preponderancia de pruebas recopiladas por la acusación establece un caso 'prima facie' (con indicios razonables) para que los acusados respondan por cada uno de los cargos», según el fallo entregado a Efe por Tribunales Nueva Zelanda.

El juez también mantuvo la libertad condicional que gozan los acusados desde finales de febrero de 2012, aunque les obligará a personarse en una comisaría dos veces por semana, según Radio New Zealand.

A la salida del tribunal del distrito de Auckland, Dotcom dijo a periodistas que si bien se encuentra «decepcionado» con la decisión, ésta no supone «la última palabra en el caso».

«Hemos presentado una apelación», declaró escuetamente.

Por su parte, la ministra de Justicia, Amy Adams, se negó a comentar la decisión a favor de la extradición dadas las intenciones de los acusados de apelar.

Bajo la Ley de Extradición neozelandesa, los tribunales deben considerar si las evidencias son suficientes para que un acusado responda ante la justicia de otro país, mientras que la ministra de Justicia debe decidir si se debe extraditar o no a la persona.

«No he comenzado a pensar en ello», dijo Adams, al enfatizar que «esa decisión no surgirá hasta la conclusión de cualquier apelación legal por parte de las personas elegibles de ser extraditados», según declaraciones citadas por el diario New Zealand Herald.

El fallo de hoy se divulga tras casi cuatro años de una complicada batalla legal que comenzó en enero de 2012 con la detención de Dotcom y sus tres exsocios en la mansión que alquilaba el empresario alemán a las afueras de la ciudad de Auckland como parte de un operativo de la Oficina Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI).

«No sé cuánto más va a durar todo el proceso. Un año y medio, dos, tres o más. Es un asunto muy complejo», dijo Dotcom en una entrevista publicada hoy en el New Zealand Herald.

El juicio comenzó a finales de septiembre tras una decena de aplazamientos y se alargó durante diez semanas, seis más de lo previsto, en parte por la petición de la defensa de suspender el proceso por considerar que no era justo.

Los abogados sostuvieron que no podían ejercer una defensa adecuada al no poder financiar la declaración de expertos estadounidenses debido a que el FBI congeló los fondos de los acusados, que no pueden usarse en EE.UU.

Las autoridades estadounidenses creen que Megaupload, que llegó a tener 50 millones de usuarios, logró un beneficio de unos 175 millones de dólares (159 millones de euros) por supuestamente alojar material ilegal.

Hasta ahora, de los siete miembros de Megaupload imputados en EE.UU. solo ha sido condenado el programador estonio Andrus Nomm, al que le impuso una pena de poco más de un año de cárcel en ese país, que ya ha cumplido, tras admitir que violó los derechos de autor.