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El grupo armado filipino Abú Sayyaf, vinculado al Estado Islámico, ha difundido este lunes un vídeo en el que decapita al rehén alemán Jurgen Kantner, que fue secuestrado el pasado 5 de noviembre junto a una mujer que fue asesinada entonces.

La grabación, difundida en los foro yihadistas de Internet, muestra a Kantner de rodillas y a un miliciano de Abú Sayyaf que sostiene un machete junto al cuello del rehén. «Ahora me matarán», dice antes de desplomarse sobre la hierba.

El Ministerio de Exteriores de Alemania ha reconocido que «no existen dudas» sobre la ejecución del rehén. «Estamos profundamente conmocionados por la acción inhumana y cruel de los asesinos», ha declarado un portavoz.

El ministro de Exteriores de Filipinas, Perfecto Yasay, ha explicado este lunes, desde el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que el alemán podría haber sido ejecutado porque estaba enfermo y suponía una carga para los milicianos islamistas.

Los servicios de Inteligencia de Filipinas alertaron durante el fin de semana de que Kantner podría haber sido ejecutado en la isla de Joló 30 minutos después de que expirara el plazo, a las 15.00 del domingo (hora local), para pagar su rescate, 30 millones de pesos (600.000 dólares).

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Según el asesor presidencial para el proceso de paz, Jesus Dureza, se hicieron llamadas de última hora a los secuestradores para que liberasen al rehén y las fuerzas de seguridad lanzaron operaciones para intentar rescatarle.

El sábado, el Ejército filipino lanzó ataques aéreos contra posibles escondites de Abú Sayyaf en una zona boscosa de la ciudad de Patikul donde se cree que se escondían hasta 60 combatientes. También se desplegaron cientos de efectivos sobre el terreno.

«Condenamos enérgicamente este acto de barbarie sobre otra víctima de secuestro», ha dicho Dureza en un comunicado. «El terrorismo no tiene cabida en un país como el nuestro y debemos enfrentarlo cada vez que asome su fea cabeza», ha ratificado.

A este respecto, Yasay ha pedido ayuda a la comunidad internacional para que Filipinas pueda conseguir la tecnología necesaria para encontrar a los más de 20 rehenes que las autoridades de la nación asiática estiman que Abú Sayyaf aún tiene en su poder, de acuerdo con Reuters.

Kantner, de 70 años de edad, fue secuestrado cuando navegaba con su yate por el sur de Filipinas, unas aguas peligrosas por la presencia de Abú Sayyaf y otros grupos armados dedicados a la piratería. Los yihadistas mataron a su mujer, de 59 años, cuando intentó resistirse.

El año pasado el grupo armado decapitó a dos canadienses en Jolo pero liberó a sus otros dos compañeros, una mujer filipina y un hombre noruego. Abú Sayyaf ha obtenido decenas de millones de dólares en los últimos años gracias al pago de rescates.