Recreación de la situación geográfica de la presa. | Redacción Digital - RTVE

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El nivel del agua cerca de la localidad ucraniana de Nueva Kajovka, ocupada hace más de 15 meses por Rusia y en cuya presa se produjo esta noche una importante ruptura, asciende ya a más de 10 metros, indicó el alcalde de la localidad impuesto por Moscú, Vladímir Leontiev. Como consecuencia, cerca de 900 personas fueron evacuadas de las zonas inundadas en la ciudad ucraniana.

«En Nueva Kajovka las inundaciones llegaron hasta la sede administrativa y continúa subiendo el nivel del agua. Hasta el momento, han sido evacuadas cerca de 900 personas» informó un representante de los servicios de Emergencias de la ciudad, citado por la agencia rusa Interfax. «El agua ha subido, sigue subiendo. Dentro de 72 horas, según las previsiones, bajará. La ciudad se está inundando, la avenida del Dniéper ya está bajo agua» añadió el dirigente prorruso.

«Esto significa que el agua ha subido más de 10 metros», dijo a los medios rusos Leontiev, según la agencia oficial TASS. Las autoridades impuestas por Rusia en la localidad ucraniana han declarado el estado de emergencia en la ciudad tras la ruptura de la estructura superior de la presa y la inundación posterior.

La rotura de la presa, producida según Rusia por un ataque con lanzaderas de misiles múltiples Alder ucranianas y según Kiev por una explosión provocada desde dentro de la central hidroeléctrica, afecta a 14 localidades donde viven 22.000 personas, según el presidente del Gobierno impuesto por Moscú en la región de Jersón, Andréi Alekseenko. «Los territorios costeros de 14 asentamientos caen en la zona de inundación», señaló en Telegram.

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Según Alekseenko, «más de 22 mil personas viven» en estas localidades, donde los jefes de los municipios afectados han organizado microbuses y lugares para acomodar a las personas. De momento ha comenzado la evacuación de los habitantes de unas 300 viviendas, ubicadas a orillas del río Dniéper en Nueva Kajovka, donde, siempre según Leontiev, las fuerzas ucranianas siguen atacando la ciudad con misiles. La central hidroeléctrica actualmente continúa en colapso y el agua se descarga «sin control», dijo el alcalde a la televisión rusa.

Leontiev recalcó que la destrucción de la central causó graves daños al medio ambiente, tanto aguas arriba como aguas abajo. «Todo esto es el resultado de sucesivos ataques a la central hidroeléctrica. El hecho es que las tropas ucranianas han estado realizando estos ataques durante mucho tiempo. Hubo un día en que volaron alrededor de 80 (misiles) HIMARS sobre la planta. Y ahora, aparentemente, no pudo resistir a estos ataques nocturnos», que, según Rusia, «se produjeron anoche», dijo el alcalde. El gobernador interino de la anexionada región de Jersón, Vladímir Saldo, encabeza el cuartel general operativo para responder a la situación en la central hidroeléctrica, que contenía 18 millones de metros cúbicos de agua.

A su vez, el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró este martes que la voladura de la central hidroeléctrica de Nueva Kajovka, de la que acusó a Rusia, es un «crimen de guerra» y es el «mayor desastre» de origen humano en Europa en décadas. «Rusia destruyó la represa Kajovka, causando probablemente el mayor desastre tecnológico provocado por el hombre en Europa en las últimas décadas y poniendo en peligro la vida de miles de civiles. Este es un terrible crimen de guerra», dijo Kuleba en su cuenta de Twitter.

«La única forma de detener a Rusia, el mayor terrorista del siglo XXI , es expulsarlo de Ucrania», añadió el responsable ucraniano de Exteriores. Antes de que Kuleba se manifestara sobre el suceso la empresa pública hidroeléctrica ucraniana, Ukrhidroenergo, comunicó que los daños en la central hidroeléctrica de Nueva Kajovka son «irreparables» y fueron causados por «una detonación en la sala de máquinas desde el interior».

«Como resultado de la detonación de la sala de máquinas desde el interior, la central hidroeléctrica de Kajovka ha sido completamente destruida. La central no puede ser reparada», se lee en la nota oficial de la empresa. Ukrhidroenergo añade, sin embargo, que la presa dañada la pasada madrugada en una explosión de la que las autoridades ucranianas acusan a Rusia podría volver a «estar operativa» en un plazo de «cuatro días».