Un tanque dañado en mitad de una calle en Omdurman. | Reuters - El Tayeb Siddig

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Más de 25 civiles han muerto en los últimos días en la localidad de Al Fasher, la capital del estado de Darfur del Norte y el último bastión del Ejército en esta conflictiva región del oeste de Sudán controlada mayoritariamente por los paramilitares, informó una ONG local. De acuerdo con la organización Abogados de Emergencia, «más de 25 civiles han muerto y el número de víctimas ha superado el centenar» debido a los violentos enfrentamientos entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que en los últimos días han lanzado una ofensiva para hacerse con el control de Al Fasher.

La asociación además denunció en un comunicado que el intercambio de proyectiles de artillería y los «bombardeos aéreos indiscriminados» del Ejército han provocado un «gran desplazamiento» de los lugareños hacia otras zonas más seguras. Según la ONG, las FAR están tratando de bloquear todo acceso a Al Fasher para «atrincherarse» en las aldeas que rodean la localidad, mientras que el Ejército está «atrayendo» a movimientos armados de Darfur que «pueden hacer que el conflicto adquiera un carácter civil y étnico».

Ante esta situación los Abogados de Emergencia manifestaron su «profunda preocupación por el aumento del ritmo de las operaciones» en Al Fasher, que cuenta con una población de más de un millón de personas a la que se suma otro medio millón de desplazados por el conflicto desatado el 15 de abril de 2023.

«Todas estas personas sufren duras condiciones, hambre, inseguridad alimentaria, la falta de protección y el colapso del sector sanitario, con la intransigencia de las partes en asegurar caminos que garanticen la llegada de ayuda humanitaria», denunció la organización. La guerra en Sudán ha provocado la muerte de alrededor de 15.000 personas y el desplazamiento interno y exterior de más de 8,6 millones, mientras que ha abocado a otros 18 millones a las puertas de la hambruna, según Naciones Unidas.