Benjamin Netanyahu, en el centro, en una reciente imagen. | Ronen Zvulun

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado no estar preocupado con viajar al extranjero, después de la orden de arresto solicitada por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y que está convencido de que los «países serios» desecharán esta petición. Netanyahu ha dicho que no le inquieta «en absoluto» tener que desplazarse a otro país y que quién sí debería es el fiscal jefe del TPI, Karim Khan, a quien ha acusado de convertir a la corte en un «paria» y confía en que los jueces «no le tomen en serio», ha dicho en una entrevista para la cadena estadounidense ABC.

Así, se ha mostrado seguro de que los «países serios» y los «líderes responsables» no van a tener esto en consideración y ha celebrado que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, saliera a calificar de «indignante» la decisión de Khan, a quien ha acusado de querer «demonizar» la imagen de Israel ante el mundo. «Israel está luchando una guerra justa, no sólo la nuestra (...) sino la de todas las democracias», ha dicho el primer ministro israelí, quien también ha cuestionado que su Gobierno esté arrastrando al hambre a la población gazatí, tal y como ha argumentado el fiscal Khan para reclamar su petición para arrestarle.

«Estamos suministrando ahora casi la mitad del agua de Gaza. Antes solo suministrábamos el 7 por ciento (...) ¿Está diciendo que estamos matando de hambre a la gente? Hemos suministrado medio millón de toneladas de alimentos y medicinas a través de 20.000 caminos», ha dicho. Así, ha insistido en que a pesar de esta «terrible mancha» que ha caído sobre la CPI, Israel seguirá con sus operaciones como hasta ahora, pues es la única forma de «acabar con Hamás» y «desmilitarizar Gaza», ya que «de lo contrario los gazatíes y la paz no tienen futuro».

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Netanyahu afirma que tras la guerra Israel tiene la «responsabilidad» de seguir luchando con aquellos «terroristas» que puedan ir apareciendo, así como establecer una «administración civil para los gazatíes que no estén afiliados a Hamás y que tampoco busquen la destrucción de Israel». «Ese es un plan realista», ha recalcado. Para ello, confía en contar con el apoyo de los «Estados árabes moderados» y de la comunidad internacional. «Sólo hay paz, estabilidad y prosperidad a través de la victoria», ha zanjado.

Además de Netanyahu, el TPI pidió órdenes de detención por crímenes de guerra y contra la humanidad para el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y tres altos cargos de Hamás: el líder de su brazo político, Ismail Haniye, para el jefe en Gaza, Yahya Sinwar; y para el responsable del ala militar, Mohamed Diab al Masri.

La cruenta ofensiva del Gobierno de Israel por los ataques del 7 de octubre de 2023 cometidos por Hamás que dejaron 1.200 muertos y otros 240 secuestrados, ha dejado ya desde entonces más de 35.600 palestinos fallecidos y 80.000 heridos.