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Los alumnos del Laboratorio de Infografía y Tecnología Multimedia Avanzada, del departamento de Matemáticas e Informática de la Universidad Balear (Ladat), se instalaron frente a la pantalla de un ordenador, para aprender las técnicas que posibilitan la creación de imágenes en tres dimensiones, y están ya terminando el «Master de Animación por Ordenador y Síntesis de Imágenes» (Ma Isca).

Ha sido un año repartido en 1.720 horas de intenso aprendizaje técnico, teórico y práctico, a cargo de un equipo docente compuesto por siete profesores. El curso se divide en tres módulos teórico"prácticos que incluyen varias materias: Informática, Narrativa audiovisual, Técnicas de producción, Modelización geométrica, «manejo» del realismo mediante el control de colores, iluminación, sombras, transparencias y texturas.

Además se realizan prácticas durante tres meses en empresas del sector, y para finalizar, cada alumno, idea, escribe y produce «su» cortometraje de animación por ordenador. El Ladat está dirigido por Juan Montes de Oca, quien lleva diez años encargado de la organización y supervisión del Master.

En el Ladat se unen experiencia, medios técnicos y profesorado cualificado, lo que origina que la calidad de la enseñanza que se imparte sea muy alta, y esto lo demuestran con el éxito obtenido por los cortometrajes en los festivales internacionales más importantes del mundo y la procedencia dispar de los alumnos: de los veinte que asisten al curso, sólo cinco son mallorquines, y el resto viene desde Pamplona, Euskadi, Asturias, Valencia, Cataluña, Madrid, Canarias, México y Argentina.

Juan Montes de Oca afirma que «llegan en enero dispuestos a comerse el mundo. Vienen aquí dejándolo todo, con unas ganas increíbles de trabajar y de aprender, y cada año nos contagian esa ilusión».

Las edades de los alumnos oscilan entre los 20 y los 25 años, y parecen tener muy claro que su vocación está en la creación de realidades distintas a las cotidianas, eso sí, metidas dentro de un ordenador, casi como lo están ellos mismos, pues la duración diaria de cada clase es de ocho horas.

Además tienen el laboratorio a su disposición por las noches y los fines de semana, y cuando llega el momento de realizar los proyectos finales, las máquinas no descansan en todo el día. Ellos tampoco, porque cuando están en casa, o comiendo, o si salen por las noches, siguen hablando de sus proyectos, aunque también se preocupen de otras cosas.

Y de esta experiencia saben que guardarán para siempre a algunos de sus mejores amigos. Las posibilidades de trabajo al terminar el «Ma Isca» son buenas, y el 90% del total de los alumnos matriculados, desde que se iniciara el «Master» en 1990, está trabajando en el medio. El precio del curso es de 1.300.000 pesetas y cada año hay 3 becas destinadas a estudiantes de Latinoamérica, que concede el Instituto de Cooperación Iberoamericana. A este dinero hay que añadir los gastos de estancia de los chicos. El esfuerzo económico realizado por los padres es muy grande, y los alumnos lo saben. Por eso, cuando terminan su proyecto final, nunca olvidan añadir una sincera referencia a su familia en la página de agradecimientos.