Ayer, por espacio de una hora, estuvimos en la casa. Es un chalet al que no es fácil llegar desde la carretera. Algunas de las chicas están en el jardín, en torno a la piscina; otras dos preparan en la cocina el almuerzo, y otra, desde el jacuzzi, chatea con algún internauta. Están en bikini. En un momento determinado, Gina, la jefa, se coloca una camisa blanca. ¡Lástima!
El modelhouse "así se denomina el invento" puede visitarse a través de www.mallorcams.com. La cosa es de pago, naturalmente, Bueno, de pago, todo, no. Hay una posibilidad de ver algo gratis. Pero lo bueno y bonito "baños de las chicas en top les, ya sea en el jacuzzi o en la piscina, o verlas dormir, o en otras actitudes, desde luego ninguna ni escatológica, ni guarrindonga, ni porno ni nada que se salga de unas normas, digamos, elegantes, es de pago. No mucho, eh. Porque por unas cinco mil al mes puede conectarse las 24 horas del día en la doble modalidad de ver lo que hacen y de charlar con ella. Gina me cuenta que al principio, en el chat, se les solía pedir a las chicas que se despojaran del sujetador del bikini. «Incluso los hubo que le propusieron pasar con ellos unas vacaciones en América...»
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