TW
0

La Fundació Turística i Cultural de les Illes Balears procedió a efectuar ayer en Palma la donación del nuevo yate real a Patrimonio Nacional, mediante escritura pública, con la finalidad de que dicha entidad la destine a los fines previstos de la Ley Reguladora de Patrimonio Nacional, y ello como muestra de reconocimiento a las continuas pruebas de aprecio que, por las Illes Balears y sus habitantes, ha dado el Rey, así como la constante preocupación por el desarrollo integral del Archipiélago.

Las afinadas líneas del nuevo yate real, que se denomina «Fortuna», pero que en realidad tendría que ser «Fortuna III», aparecieron ayer en pleno muelle de Portopí para su presentación oficial. Por unos momentos, su aerodinámico casco pintado de gris abandonó la dársena de seguridad construída ex profeso para preservar su atraque al abrigo de miradas, para su exposición pública. Francisco Javier Peña, portavoz de Patrimonio Nacional y José A. Arce, director de los astilleros Bazán en la factoría de San Fernando, donde ha sido construido con el número 370, detallaron algunos de los pormenores técnicos que no afectan a la seguridad de sus huéspedes.

La regia embarcación, valorada en más de 3.000 millones de pesetas, ha sido diseñada por la firma norteamericana Donald L. Blound y decorada por el italiano Celeste Dell'Anna. Dispone de una acomodación para 8 invitados en cuatro camarotes dobles, atendidos por una dotación de 8 tripulantes. Con una eslora (longitud) de 41'30 metros por 9'20 metros de manga (anchura) y 1'47 de calado, el nuevo yate posee un peso muerto de 35'4 toneladas. Para su navegación a alta velocidad (los astilleros no afirman ni desmienten la anunciada velocidad de 70 nudos/130 kilómetros por hora) dispone de tres turbinas de gas Allison, y dos motores auxiliares diesel Man que accionan tres propulsores de chorro de agua Kamewa. Un sistema que sitúa a la embarcación entre las más rápidas del mundo.