La avería de la subestación de Llubí ha puesto en evidencia la fragilidad del sistema eléctrico de Mallorca.

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El aumento del consumo propio de una jornada laboral obligó ayer a la empresa GESA a realizar cortes de suministro en varias zonas de la Part Forana de manera rotatoria que afectaron a unos 70.000 clientes de la compañía. Según un comunicado remitido por la empresa, los cortes no sobrepasaron los 30 minutos y no afectaron a más de 10.000 clientes de manera simultánea.

Las poblaciones a las que afectaron los cortes, que se produjeron entre la 10 de la mañana y la 1 de la tarde, fueron sa Pobla, Artà, parte de Felanitx, Campos, Pollença, Deià, Valldemossa, Muro, polígono industrial de Inca, Porreres, Algaida, Costitx, Sencelles, Búger, Campanet, Vilafranca, Sant Joan, Alaró, Esporles y Establiments. GESA advierte que, en días sucesivos, pueden volver a producirse nuevos cortes.

Estos cortes de suministro se debieron a que la empresa se mantiene en situación crítica ya que dos de los cuatro grupo de la central de es Murterar continúan averiados. De hecho, según la empresa de gas y electricidad, hasta el próximo jueves no se prevé que el problema pueda estar solucionado. Según explicó un portavoz de la compañía, los técnicos todavía no han podido entrar a los grupos para determinar el alcance de la avería. En un principio se pensó en acelerar el proceso de enfriamiento de estos grupos, pero el fabricante lo desaconsejó ya que se corría el riesgo de provocar daños irreversibles. En la empresa confían en disponer hoy mismo de una primera evaluación de los daños. Mientras dure esta situación, la capacidad de producción eléctrica se ha visto mermada casi en un tercio, lo que ha colocado al parque de generación de este sistema «en una situación muy delicada», según reconoce GESA en la nota remitida ayer.