TW
0

El proyecto de la estación de autobuses de Palma no ha nacido con buen pie. La Conselleria d'Obres Públiques, Transports i Habitatge ha ejecutado la primera fase de este proyecto sin el beneplácito de los empresarios del transporte regular de Mallorca y ahora amenazan con no utilizar estas instalaciones.

Rafael Llompart, portavoz del colectivo de transportistas de la Part Forana, asegura que la nueva estación no reúne las mínimas condiciones que debe tener una infraestructura de estas características: no tiene oficinas de venta de billetes, ni servicio de consigna ni marquesinas donde protegerse del frío y del calor. Y lo peor, según los transportistas, es que es pequeña. La estación tendrá capacidad para 28 autocares, cuando la flota de autobuses de la Part Forana es de 35 a 40. «A la hora de construir la estación también tienen que contar los refuerzos de autocares que ponemos en verano y en invierno, cuando llueve», explica Llompart.

Además, hay dos problemas importantes que todavía no se han resuelto. Al no haber suficiente espacio en la nueva estación, el Govern y el Ajuntament de Palma acordaron acondicionar un espacio donde poder aparcar los autocares que no estuvieran en servicio. Este solar aún no se ha determinado y los transportistas no están dispuestos a dar vueltas y consumir gasoil por no tener sitio en la estación.

«Hemos mandado una carta a la Direcció General de Transports en la que comunicamos que no estamos dispuestos a trasladarnos hasta que toda la estación esté en condiciones. Si es preciso esperar más tiempo, esperaremos en beneficio de los usuarios», indica el responsable del transporte regular de la Isla. Otro tema sin resolver es la cuestión circulatoria. La calle Eusebio Estada es de un solo sentido, con lo que la entrada y salida de los autocares será complicada. Además, está la vía del tren y el tendido eléctrico.