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El honor de exhibir el primer biquini del cine español recayó en una mujer de bandera y actriz de renombre: la alemana Elke Sommer, nacida en 1940 en Berlín e inscrita como Elke Schletz en el registro civil.

Elke Sommer, una rubia platino con piernas kilométricas, fue una de las sex symbols de la década de los 60, comparable, por ejemplo, a Ursula Andress "precisamente con ella y con Tippi Hedren compartió en 1964 el Globo de Oro a la actriz más prometedora". Así, en la lista que hizo la revista Playboy en su edición de enero de 1999 sobre las 100 estrellas más sexys del siglo, ella aparecía en el ránking con el número 31, entre June Wilkinson y otra teutona, la glacial Marlene Dietrich.

Aunque la Sommer es un hito en la historia del cine español, Bahía de Palma no aparece en la filmografía de una actriz descubierta por Vittorio de Sica cuando, a los 18 años, pasaba sus vacaciones en Italia. Entre los títulos más representativos están, sin duda, The Prize (El premio), que protagonizó en 1963 junto a Paul Newman, o A shot in the dark, (Un disparo en la oscuridad), junto a Peter Sellers. Políglota (habla cinco idiomas), trabajó durante esta etapa en Italia, Alemana, Francia e Inglaterra y también grabó un disco: Elke Sommer: love in any language.

Después de vivir sus momentos de gloria en los 60, la estela de Elke Sommer fue menguando, aunque participó en El prisionero de Zenda, rodada en 1979 o en el telefilme Anastasia. Casada en primeras nupcias con el periodista Joe Hyams, instaló su residencia en Estados Unidos (en la exclusiva Beverly Hills). En 1993 se casó con el hotelero Wolf Walther... y se convirtió en pintora.