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Doce días después de que el Juzgado de Guardia de Palma tuviera que cerrarse al público por una invasión de pulgas, en la mañana de ayer se reabrieron las instalaciones. Esta dependencia judicial ha permanecido cerrada casi dos semanas, pero se ha vuelto a utilizar tras la reunión que mantuvo esta semana la junta de jueces de Instrucción, en la que se tomó la decisión de volver a utilizar estas instalaciones, que están situadas en el sótano del edificio de Vía Alemania.

Durante la pasada semana una empresa especialista en exterminación de insectos fumigó por las instalaciones donde se habían detectado las pulgas. En concreto, los parásitos se extendieron, además del Juzgado de Guardia, por la clínica médico forense, por la oficina de la Fiscalía y por las habitaciones donde duermen los funcionarios. El foco principal de pulgas se localizó en el patio, que permaneció varios días cerrado mientras hacía efecto el fuerte insecticida que se utilizó para exterminar a estas pulgas.

Sin embargo, los jueces de Instrucción habían decidido no volver a utilizar las oficinas del sótano durante el día de guardia porque las instalaciones tenían muchas deficiencias. En concreto se quejaban de que los aparatos de aire acondicionado se rompían con frecuencia y al ser una zona donde apenas hay ventilación, las condiciones de trabajo eran difíciles. Sin embargo, en los últimos días se han ido reparando los aparatos de aire acondicionado. Los jueces, una vez comprobadas las mejorías, decidieron que no había inconveniente en volver a ocupar esta oficina. Los funcionarios del Juzgado de Instrucción número 10 de Palma han sido los primeros en reocupar de nuevo estas instalaciones.

No se descarta que en un futuro el Juzgado de Guardia se traslade a las oficinas donde hace algunos meses estaba ocupado por el registro civil (situadas también en el sótano), que ahora se ha trasladado al edificio de sa Gerreria.