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Un año más, y desde hace veintiuno, el Parc de la Mar se iluminó en su totalidad con motivo de la celebración de la Nit de Sant Joan. El espectáculo pirotécnico, que tradicionalmente organizaba la compañía Iguana Teatre, y que en esta edición corrió a cargo de la empresa Tot Espectacles, consiguió atraer a numeroso público. La velada comenzó pasadas las 21.00 horas con una «ballada popular», a cargo de Caliu y Música Nostra, que fueron calentando motores para dar posteriormente el pistoletazo de salida al correfoc.

Eran las 23.30 horas cuando una treintena de dimonis salieron de entre las llamas para protagonizar la tradicional fiesta del fuego. Dos sentimientos se entremezclaron entre el público: el temor a sufrir alguna que otra quemadura y las ansias de diversión. Los más valientes corrieron entre el olor a pólvora y la luz de las bengalas, pero ataviados con un pañuelo o con un sombrero para protegerse de las ardientes chispas.

Este año la Nit de Foc no ha estado exenta de polémica, debido a que la Federació d'Associacions de Veïns, organizadora del evento, criticó el «desinterés» de Cort para promocionar esta celebración, que ha pasado de un presupuesto global de 6.500.000 pesetas a otro de 4.500.000 pesetas. Después del correfoc se sucedieron los fuegos artificiales, que el público contempló boquiabierto. El punto y final lo pusieron una espectacular traca y la revetlla musical por parte de la Orquesta Oasis y Horris Kamoi.