El mundo de Ágatha a través de los ojos de Ciuco, un universo diferente para mostrarlo a los demás. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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Rebelde, inquieta, osada, divertida y original, así es Àgatha Ruiz de la Prada y el mundo que la rodea no podía ser de otra manera: colores, dibujos, vestidos, colonias, joyas, libretas, bolis, un mundo diferente, alternativo, el «Mundo de Àgatha». Como es su costumbre desde hace tres años, Àgatha ya ha tomado por tradición exponer en Mallorca y esta tarde inaugura su exposición «Àgatha + Ciuco» en la galería «Ferran cano» a las 20'00 horas, en la calle del Forn de la Glòria.

Ciuco Gutiérrez, fotógrafo que comenzó con la movida, se encuentra unido a Àgatha por el gusto por el color y los niños, de ahí que comenzasen a trabajar juntos hace dos años. Además, como Ciuco dice, «ser artista no es una profesión, es una vida», por eso comenzó a trabajar con Àgatha, porque ésta le ofrecía trabajar con total libertad, «porque si no, no funciona». Unidos por el color y el kitch y lejos de los arquetipos, en esta exposición del trabajo en común de los dos basada en las publicidades de Ciuco para Àgatha en Italia han conseguido marcar la esencia de ambos, uno con sus fotos y la otra con sus diseños. Es una exposición fuera de lo corriente que, como dice Àgatha, «hasta ahora ha estado en París, viene a veranear a Palma y luego se irá a pasar el otoño a Madrid».

Àgatha es una constante en la Isla, le encanta, disfruta en ella, «vengo desde que era pequeña», nos cuenta, «estuve un tiempo sin venir, pero a mí lo que más me gusta es Palma. Cuando vengo, siempre vengo en barco, como cuando era pequeña, es muy romántico con el mar...».

No para, no tiene tiempo para descansar, prepara la apertura de una tienda en Milán, Oporto, un desfile en agosto, y cuando le preguntas si tiene tiempo para descansar te confiesa: «Hay días que chillo, los niños, los perros, tengo un follón encima que hay días...». Reconoce que unos días de descanso no le vendrían mal: «A mí un poco de aburrimiento no me vendría mal, la verdad, porque todo el ajetreo que llevas con tu vida hace que tu deseo desaparezca, tiene que haber un poco de tranquilidad para crear, para que te salgan realmente tus ideas, no estar saturada».