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JOAN J. SERRA El arquitecto británico Richard Rogers, diseñador del Parc Bit, expresó ayer su desacuerdo con la decisión del Govern de les Illes Balears de descartar cualquier uso residencial en el parque tecnológico. Rogers defendió la idea de un Parc Bit «para trabajar, pero también para vivir», precisamente en el acto de inauguración oficial del parque tecnológico, con presencia de autoridades y de un numeroso público que se dio cita ayer al mediodía en las nuevas instalaciones.

El prestigioso arquitecto británico, autor, entre otros proyectos, del Centro Pompidou de París y del Millennium de Londres, mostró su satisfacción por la finalización de la primera fase del parque, «pero no hay que olvidar que este lugar fue también diseñado para vivir. Es muy importante que el Parc Bit cumpla la doble condición de lugar de trabajo y de residencia. Si se convierte en únicamente un centro de oficinas, éste no es el sitio idóneo. El concepto más importante de este proyecto es la unión de trabajo y vivienda. Si no hay residencias, el Parc Bit se convierte en un parque de negocio que no tiene sentido en las afueras de una población. Sería mejor acercarlo al centro de la ciudad. Me gusta esta ejecución inicial, pero, así como está, el Parc Bit es incompleto».

Rogers había previsto viviendas para unas 7.000 u 8.000 personas, mientras que otras 2.000 y 3.000 sólo acudirían al parque para trabajar. En total, concibió un espacio para albergar a 10.000 personas entre trabajadores-residentes y sólo trabajadores. Al conocer las declaraciones de Rogers, el president del Govern, Francesc Antich, que como tal inauguró el parque, ratificó la determinación del Ejecutivo de no permitir ningún uso residencial: «Debe quedar muy claro que en el Parc Bit no habrá ninguna urbanización. Será únicamente un espacio para las nuevas tecnologías».