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Veintiocho prisiones y campos de concentración, fusilamientos al amanecer, casquillos de bala recuperados del suelo, exilio... No es la última crónica sobre la guerra en Irak sino la crónica de Balears hace sesenta años. La exposición «Memoria de la Democracia, 1936-1962» -inaugurada ayer en La Misericordia- es una apuesta clara a favor de la recuperación de la memoria hurtada a generaciones y ha sido organizada por el Govern de las Islas. Se trata de una iniciativa «intencionadamente comprometedora», en palabras de los organizadores, que complementa a otras propuestas a favor de los hombres y mujeres que, en palabras del conseller de Presidencia Antoni Garcías, sufrieron privaciones o perdieron la vida en su apuesta por la democracia. Desde que gobierna el Pacte se han concedido cerca de 400 indemnizaciones a compensar represaliados por el franquismo.

«La democracia no nos ha salido gratis y eso tienen que saberlo los más jóvenes», dijo el conseller durante su intervención. Aunque la inauguración iba a correr a cargo del president Antich, finalmente excusó su asistencia, «por problemas de agenda» y fue la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, quien dio por inaugurada la muestra. La Misericordia es propiedad insular. La inauguración tuvo momentos emotivos. Una mujer de 90 años se detuvo ante la fotografía de su hermano (Joan Vidal Sureda), fusilado en el Castell de Bellver el 19 de octubre de 1936. «Ni siquiera estaba metido en ningún partido, ¿te parece que hay derecho?», preguntaba afectada. La coordinadora de la exposición, Margalida Tur, recordó que se trata del primer intento oficial para recuperar la memoria de la República y los perdedores que lucharon por la democracia.