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La Diada de Mallorca se inició ayer en Palma a las 11'30 horas en el Palau del Consell con el concierto del Joch de Ministrils en la sala de plenos, que interpretó diversas piezas tradicionales ante un muy escaso público dado que la jornada sólo era festiva para los trabajadores del Consell. Más participativo, pues tenía lugar en la calle, fue el Ball de Gegants dels Reis de Mallorca, frente a la sede de la institución insular y ya sobrepasado el mediodía. Con la vía Palau Reial cortada al tráfico, las pesadas puertas del Consell se abrieron para que las figuras de los reyes de Mallorca (Jaume II, Esclarmunda de Foix, Sanç y Jaume III) salieran a bailar al son de la música interpretada por los propios Ministrils.

Aquí, el público fue mucho más numeroso: unos centenares de personas, principalmente turistas que no dejaron de recoger imágenes, y gente de paso. La jornada laborable impide que estos actos sean más participativos. Los Ministrils cerraron el concierto con la interpretación del himno oficioso de Mallorca, «la Balanguera». Desde los ventanales del Consell se arrojaron confetis y pétalos de rosa.

Ya por la tarde, y tras el «cercavila» de los Ministrils y los Gegants desde el Consell hasta la Seu, la Catedral albergó la misa en honor de la Mare de Déu de Lluc, ceremonia presidida por el administrador diocesano, Andreu Genovart. Tras la liturgia, los ayuntamientos de Mallorca hicieron una ofrenda floral a la tumba de Jaume II.