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Misión «casi imposible» para el socialista Andreu Crespí. Licenciado en Químicas, ex diputado del PSOE balear, y ex director provincial de Educación, va a intentar a partir de ahora que los jóvenes de Balears no dejen sus estudios a medias e investigará incentivos para que se incorporen a la Universitat. La pérdida del Govern por parte de los socialistas en las pasadas elecciones impidió que Andreu Crespí ocupara un cargo de relieve institucional, previsiblemente la presidencia del Parlament. Andreu Crespí, que ayer fue elegido por el Parlament como vocal del Consell Social de la UIB -los otros dos fueron Antoni Verd y Josep Xabuc- regresará a la vida docencte pero no dará clases.

Según ha sabido este periódico, y el propio Crespí ha confirmado, ha llegado a un acuerdo con el nuevo conseller de Educació, Francesc Fiol, y con la Universitat para integrarse en un grupo de trabajo específico. En comisión de servicios especiales, Crespí colaborará con un grupo que -dijo- «analizará los motivos que hacen que Baleares registre una de las cotas más altas de fracaso escolar y, sobre todo, las razones que llevan a los estudiantes a dejar sus estudios y no plantearse siquiera ir a la Universitat».

Para Andreu Crespí, está claro que la estructura económica de las Islas, basada en el turismo, facilita que los jóvenes dejen sus estudios y que «prefieran el dinero fácil». «Hombre -dijo ayer-, prefieren coger una moto y dedicarse a vender pizzas y no se dan cuenta que si ellos no van a la Universitat, habrá que echar mano de profesionales de fuera». Andreu Crespí hizo estas reflexiones poco antes de que el pleno del Parlament votará su incorporación como vocal al Consell Social de la UIB. Se eligieron tres nombres (todos por unanimidad) a propuesta de la Cámara: Crespí (propuesto por el PSOE), Antoni Verds y Josep Xabuc, a propuesta del PP.