El fortalecimiento del PP, junto con el debilitamiento interno del PSOE, ha permitido recuperar a los conservadores parte del terreno perdido ante el electorado. Los socialistas, a pesar de perder apoyos, mantienen el mismo número de concejales que en la actualidad, pronóstico similar al del Bloc.
Unió Mallorquina -formación a la que se responsabiliza en buena medida de la situación-, por el contrario, cedería uno de sus dos concejales, una tendencia a la baja que beneficia al PP, según la encuesta del IBES.
Las soluciones
La estrategia seguida por Aina Calvo para resolver la crisis institucional en el Ajuntament de Palma no es, en absoluto, la que reclaman la mayoría de los ciudadanos, partidarios de que deje la Alcaldía en manos del partido más votado en los comicios de 2007, el PP, o que, en todo caso, el PSOE rompa el pacto que mantiene con Bloc y UM para encarar el tramo final de la legislatura en minoría.
Como es lógico, los apoyos mayoritarios a una u otra opción se sustentan en el electorado propio de conservadores o socialistas, aunque los votantes del PP son los que se manifiestan más incondicionales a que sus representantes pasen a gestionar el Ajuntament.
Dentro de las diferentes posibilidades -en el caso del Ajuntament no es factible un adelanto electoral como en el caso del Parlament-, llama la atención el escaso apoyo que tiene entre el electorado palmesano la fórmula de una alianza entre el Partido Popular y Unió Mallorquina, con sólo un 7'1 por ciento, inferior incluso al de quienes defienden la continuidad de la actual situación con el pacto a tres bandas de PSOE, UM y Bloc.
Críticas a la gestión
A medida que avanza la legislatura los palmesanos dan la espalda a la gestión que realiza el equipo que dirige la alcaldesa Aina Calvo, la cual cuenta -cuando falta poco más de un año para una nueva confrontación electoral- con sólo el 42 por ciento de los apoyos, casi treinta puntos menos que hace dos años.
El principal reproche que se le formula a la alcadesa es, precisamente, el desorden reinante entre su propio equipo de gobierno, con un 71 por ciento.
La crisis económica también desgasta a Cort ya que un 64 por ciento de los encuestados pide más ayudas para los sectores más desfavorecidos.
Entre las cuestiones con una responsabilidad más directa del Ajuntament palmesano figura la inseguridad, con un 52 por ciento, seguido de las consecuencias del Plan E. Sobre este último aspecto un 48 por ciento de los consultados manifiesta que considera que los proyectos del Plan E en Palma han estado mal planificados o que no han sido consensuado con los vecinos y se cita como uno de los ejemplos más destacados el carril bici que discurre por las Avenidas.
Como cierre del listado de cuestiones sobre las que los palmesanos consideran deficiente la gestión que se realiza desde el Ajuntament figuran asuntos como el de la imposición del idioma catalán, en un 46 por ciento, y en la falta de limpieza, alumbrado y zonas verdes en la ciudad, con un 39 por ciento.
Todos estos aspectos acaban conformando la valoración tan negativa de la alcaldesa de Palma ante sus conciudadanos.
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