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El conocido como retrato de la Pasión del monasterio de San Salvador de Felanitx fue obra del escultur Guillem Sagrera en el siglo XV, -el autor de sa Llonja y la Seu-, que lo construyó para otro lugar, para una capilla funeraria de la parroquia felanitxera por encargo del mecenas Jordi Sabet. Esta es una de las conclusiones del libro Recrucificando a Cristo. Los judíos de la Passio Imaginis en la isla de Mallorca (Edi. Objeto Perdido), que firma el historiador del arte Carlos Espí Forcén y que es el segundo título de la nueva editorial en castellano que acaba de fundar Lleonard Muntaner.

Según este experto, que acaba de ser becado para investigar en la universidad John Hopkins de Baltimore (EE UU) y cuya tesis doctoral se titula Herederos de la culpa. Antijudaísmo en la cultura visual hispánica, este retablo es «el que mejor recrea el ciclo inconográfico de la Passio Imaginis», -de la que ha quedado muy poca imaginería en el todo mundo-, la leyenda que nació en Siria en el siglo VIII sobre que los judíos volvían a crucificar a Cristo en la imagen de un crucificado.

Esta leyenda se relata en las seis escenas laterales del retablo del monasterio de San Salvador en cuyo centro se representa la Pasión de Cristo en la cruz. Durante, la Baja Edad Media, esta leyenda fue muy popular en Mallorca y otros lugares de la Corona de Aragón. De hecho, recuerda este historiador del arte, la «gran conversión» de judíos en la Isla tuvo lugar tras un episodio en el que se les acusó de profanar la Pasión de Cristo en el cuerpo de un esclavo musulmán.

El autor de este volumen afirma que si los estudiosos locales no habían reparado en la autoría de Sagrera para el retablo, era porque «pensaban que su emplazamiento original fue Sant Salvador». Sin embargo, Espí Forcén asegura que en el libro documenta que fue construido para la citada capilla funeraria que hizo Sagrera antes de viajar a Italia. Algunos de los documentos claves para su investigación fueron las visitas pastorales de los obispos.