El president ha estado acompañado por todos sus consellers. | Joan Torres

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Los pacientes de los hospitales de atención sociosanitaria que cerrará el Govern, Joan March y General, se trasladarán al antiguo hospital de Son Dureta durante el segundo trimestre del año 2013, cuando se prevé acabar la primera fase de las obras de rehabilitación del centro sanitario.

Así lo ha informado la consellera de Salud, Carmen Castro, quien ha dado cuenta esta tarde en rueda de prensa de las medidas del plan de recortes del Govern que afectan a su área y que suponen una reducción del gasto de 95 millones de euros en el sector sanitario.

Castro ha explicado que no se reducirán plazas sociosanitarias y que los pacientes del hospital Joan March se trasladarán este mismo año a centros privados, en concreto Verge de la Salut, Cruz Roja y Sant Joan de Déu, mientras que los del General seguirán allí hasta que se acabe la primera fase de la reforma de Son Dureta, que afectará a la antigua área materno infantil.

La consellera ha explicado que actualmente el hospital Joan March de pacientes terminales cuenta con 100 camas y el General con otras 99, y ha garantizado que este número se mantendrá en un futuro.

Ha asegurado para justificar la medida que una cama en uno de los hospitales que se cerrarán le cuesta al Govern 375 euros al día, mientras que en los centros privados pagará 130 euros.

Los trabajadores fijos serán reubicados
También ha explicado que sus trabajadores fijos, 309 en total, se reubicarán en otros centros sanitarios, aunque no se garantiza la plaza de los interinos, que son 109.

El servicio de cuidados paliativos se dará en el hospital Verge de la Salut, los pacientes de baja complejidad y larga estancia se trasladarán a la Cruz Roja y los de media estancia estarán en el General, mientras que a Sant Joan de Déu se derivarán los del hospital Son Llàtzer.

De esta manera, el Govern pretende crear un espacio unificado de atención sociosanitaria en Son Dureta, el cual se convertirá en el centro de referencia de este tipo de atención en Baleares.

En cuanto al recorte de las horas de apertura de los centros de atención primaria, que cerrarán a las 17.30 horas en vez de a las 21.00 horas, la consellera ha explicado que el 88 % de los pacientes se concentran entre las 8.00 y las 17.30 horas.

En este sentido, ha afirmado que el aumento de la jornada laboral de los facultativos de 35 a 37,5 horas semanales compensará este recorte y ha opinado que no tendrá ninguna repercusión en la espera de los pacientes para ser atendidos por el médico.

Por ello, ha indicado que esta medida supone un «bajo impacto para el usuario» y un importante ahorro para la Administración.

A preguntas de los periodistas sobre las consecuencias del alquiler de quirófanos y habitaciones del hospital de Son Espases a médicos o sociedades limitadas, la consellera ha sostenido que no afectará a los pacientes.

La titular de Salud ha asegurado que en Son Espases «hay muchos metros cuadrados que no se están utilizando» y que la medida supone «rentabilizar el espacio», al tiempo que ha negado que estos alquileres puedan repercutir en las listas de espera quirúrgicas.

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Otra de las medidas que afectan a sanidad es el pago del aparcamiento de Son Espases, que será de unos 10 euros diarios y que no afectará al personal, ha sostenido la consellera, ya que hay 936 plazas gratuitas para los trabajadores del centro.

Castro ha dicho que estas medidas son «muy difíciles pero necesarias» y no suponen «en ningún caso» la disminución de las prestaciones sanitarias.

«Las crisis nunca son bienvenidas, pero pueden suponer una oportunidad para aprender de los errores del pasado, detectar excesos y, en definitiva, para crecer», ha afirmado.

Los trabajadores anuncian encierros

Pese a las palabras de Castro, los trabajadores del Hospital Joan March han anunciado que se «encerrarán» en el recinto hospitalario como protesta ante el cierre anunciado este lunes por el Govern dentro del Plan para el Equilibrio Económico y por el hecho de no haber recibido «ninguna explicación» al respecto por parte de la administración autonómica.

Según han informado a Europa Press fuentes de la sección sindical de CCOO de CAIB, los alrededor de 200 trabajadores de este centro han decidido encerrarse por un «tiempo indefinido» contra el cierre del hospital y por la «escasa información» que los alrededor de 200 empleados han recibido al respecto.

No obstante, han aclarado que no todos los empleados participarán en la protesta puesto que no quieren que este acto tenga consecuencias para los usuarios del hospital, por lo que la asistencia dependerá de los turnos de cada profesional.

En este sentido, han criticado que todavía no saben qué va a ocurrir con los trabajadores de, tanto el Joan March, como el Hospital General, y han indicado que el próximo miércoles celebrarán una asamblea en la que decidirán qué reivindicaciones harán llegar al Govern.

«Esperamos que, tras la asamblea del miércoles, la administración dé respuesta a las preguntas que hagamos porque no han dado ninguna respuesta clara». Asimismo, coincidiendo con el cierre, colgarán en la fachada del recinto un lazo negro como símbolo de la defensa de los servicios públicos.

Plan para el Equilibrio Económico de Baleares

El cierre de ambos hospitales era anunciado esta mañana por el presidente del Govern, José Ramón Bauzá.

Bauzá, acompañado por todos sus consellers, ha hecho pública esta decisión en la presentación del Plan para el Equilibrio Económico de Baleares, que plantea recortes por un total de 350 millones de euros con el objetivo de cumplir con el objetivo de déficit del 1,5 por ciento marcado por el Gobierno central.

El presidente ha dicho que con estas medidas se evitará el pensar que Baleares puede ser intervenida. Y ha añadido: "Una crisis de endeudamiento como la que padece nuestro país y nuestra comunidad no admite demoras, precisa la reflexión y acción de todos".

Todos los puntos del Plan para el Equilibrio Económico de Baleares