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Mallorca está registrando el mejor final de temporada turística desde 2007, superándose con ello las previsiones que las patronales habían prefijado a principios del mes de mayo, principalmente por el incremento habido de la demanda vacacional de los mercados emisores extranjeros en los meses de julio y agosto hacia la Isla, repercutiendo ello en los ratios de rentabilidad empresarial

El aumento de la cifra de pasajeros en el aeropuerto de Palma en junio, julio y en lo que llevamos de agosto, ha sorprendido también a AENA Aeropuertos, puesto que Son Sant Joan ha batido todos los récords históricos de movimiento de pasajeros, circunstancia que también se espera que suceda en septiembre.

Este flujo de visitantes a la Isla ha tenido su lógica extrapolación en los índices de ocupación hotelera, como así constatan desde la propia Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) y las asociaciones hoteleras de Palmanova-Magalluf, Platja de Palma, Platjas de Muro, Capdepera, Cala Millor, Alcúdia-Can Picafort, Peguera y Santa Ponça (ver gráfico adjunto).

Cambio de tendencia

La gerente de la FEHM, Inmaculada de Benito, indicaba ayer al respecto: «Es cierto que ha habido un cambio de tendencia en las previsiones de ocupación que teníamos a principio de la temporada. En julio y agosto se están superando estas previsiones al alza, así como la rentabilidad empresarial, puesto que los hoteles se han vendido sin ofertas y a mejores precios que en 2011. Lo negativo es que este verano se ha acentuado la estacionalidad, de ahí que hay que actuar en este aspecto de cara a próximas temporadas turísticas».

La previsión para septiembre no puede ser mejor. En Palmanova Magalluf, según el presidente de esta zona hotelera, Sebastián Darder, «tendremos un lleno absoluto del 5 al 15». Y en el resto de zonas también habrá «tapones turísticos», lo que convertirá a septiembre, un año más, en el mes más rentable de todo el año, ya que los turistas que llegan a la Isla tienen mayor poder adquisitivo.

LA FEHM puntualiza que la temporada turística ha sido muy atípica y que al final «se ha podido arreglar».