Imagen de archivo de miembros de la asociación Memoria de Mallorca, cuando pidieron el amparo judicial para abrir la fosa comón de Porreres. | C. GINER

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La Asociación Memoria de Mallorca ha dado a conocer que ha abierto una causa judicial en Argentina, una vez agotadas las instancias en España, por «genocidio y crímenes de lesa humanidad» y en la que denuncia la represión y los asesinatos presuntamente perpetrados en la isla durante el régimen franquista.

La asociación ha informado a través de un comunicado que hace pública esta iniciativa judicial coincidiendo con el Día Mundial contra la Pena de Muerte, que se celebra mañana.

La causa judicial 4591/10 ha sido abierta en el Juzgado número 1 de Buenos Aires (Argentina) y en ella hace una relación de 1.580 víctimas documentadas, asesinadas y desaparecidas relacionadas con Mallorca, y una lista, por municipios, de 1.341 miembros de «Falange Española» de Mallorca de 1936, y de sus dirigentes.

La asociación ha señalado que está ayudando en la tramitación de querellas individuales de todas aquellas personas afectadas de forma directa o indirecta por la represión franquista que se han interesado en querellarse en la causa abierta por la jueza argentina María Servini de Cubría.

Las querellas individuales, que afectan a casos particulares, así como la denuncia de Memoria de Mallorca, que engloba de manera general los presuntos crímenes franquistas ocurridos en la isla, tienen la finalidad de promover la investigación judicial de los hechos represivos durante la dictadura y la determinación de responsabilidades penales de los responsables.

En concreto, desde 1936 hasta las primeras elecciones democráticas de 1977.

Memoria de Mallorca ha afirmado que «seguirá trabajando contra la impunidad de los crímenes franquistas, hasta conseguir para las víctimas los derechos a la verdad, la justicia y la reparación», que, en su opinión, hasta ahora han sido negados en España.

Continuará en la lucha, ha advertido, «hasta que los autores de tan graves delitos, vivos o muertos, sean requeridos por la justicia y, en consecuencia, condenados también por la historia».