Miquel Àngel Flaquer durante una de sus comparecencias ante el juez por el 'caso Voltor'. | J. TORRES

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El ex conseller insular de Economía y Hacienda y expresidente de Unió Mallorquina (UM), Miquel Àngel Flaquer, ha negado hoy ante la jueza instructora del caso Voltor haber participado en la contratación pública de un trabajador, de la que se sospecha que se hizo para beneficiar a su partido.

Flaquer ha prestado declaración ante la titular del juzgado de Instrucción 10 de Palma, Carmen Abrines, por una pieza de Voltor que trata sobre la contratación por parte del Consorcio de Informática Local de Mallorca (Cilma), dependiente del Consell, de una veintena de personas que se sospecha trabajaron para UM.

En concreto, Flaquer ha respondido por la contratación de un trabajador, que también está imputado en esta causa, cuando él era conseller de Economía y Hacienda y ha recalcado que no impulsó ni ordenó la contratación ni participó en ella directamente, han informado fuentes jurídicas.

Flaquer, defendido por el abogado Gaspar Oliver, ha explicado que esta persona trabajó en la promoción de un producto mallorquín y hay documentación que prueba que llevó a cabo la labor que se le había encomendado.

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Sobre lo que cobró por ese trabajo, Flaquer ha dicho que solo a raíz de la apertura de este proceso judicial ha tenido conocimiento al respecto.

El fiscal Miguel Ángel Subirán le ha preguntado también acerca de las contrataciones de Cilma que se sospecha que se llevaron a cabo para ayudar a UM de cara a las elecciones de 2007, a lo que Flaquer ha respondido que él no fue presidente de la formación política en esa fecha sino posteriormente.

Flaquer niega haberse puesto de acuerdo con la expresidenta de la formación Maria Antònia Munar y el exconseller Francesc Buils para llevar a cabo contrataciones fraudulentas.

En esta misma causa se investiga también el presunto desvío de fondos durante la legislatura 2007-2011 desde el Instituto de Estrategia Turística (Inestur) mientras lo gestionaba UM, por lo que han declarado el exdirector general de Ordenación y Planificación Turística, Santiago Balaguer, y su hermano Antonio, que fue jefe del servicio de Estrategia Económica de la Conselleria de Turismo.

Ambos han negado tener relación con uno de los proyectos de los que se sospecha que sirvieron para desviar fondos, Nautismed, de promoción del turismo náutico mediante las tecnologías. Antonio Balaguer ha explicado que dicha iniciativa ya estaba tramitada cuando llegó a la Conselleria.