Trabajos de cerramiento al exterior de la antigua sede de Gesa, un edificio en desuso pero protegido. . | ultimahora.es

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Vallado y marcado con carteles, visitado en labores de vigilancia a diario por la Policía Local, el edificio protegido que fue sede de Gesa-Endesa sigue siendo un quebradero de cabeza para Cort. Desde comienzos de esta semana se han detectado intentos de robo de piezas de cobre y de aluminio, que en el mercado libre pueden alcanzar precios notables.

«Ya no hay lugares inexpugnables», señaló ayer en la comisión de Infraestructuras el concejal Sebastià Sansó, contestando a una pregunta oral del grupo socialista sobre la conservación y protección del edificio catalogado de la fachada marítima de Palma durante los últimos meses.

Según Sansó, las medidas de vigilancia general adoptadas por el Ajuntament han sido violadas en reiterdas ocasiones en los últimos seis meses, por lo que se refiere al vallado y a los candados de las puertas de acceso.

Sin que pueda evaluarse lo que los ladrones han obtenido a momento presente tras su acceso al edificio, el concejal responsable del patrimonio municipal señaló que «seguiremos haciendo todo lo posible por preservar la integridad de la edificación y se han incrementado las labores de vigilancia durante las veinticuatro horas del día».

La interpelación del grupo municipal socialista, según se expresó en la comisión, era más amplia que los incidentes que han afectado al edificio desde que fue desocupado por la empresa suministradora de electricidad y gas. Para el PSOE, se trata de dar un uso al inmueble que pueda disuadir la incursión de quienes ahora pretenden desmantelar los componentes de más valor de la edificación.

Durante el presente año, y concretamente en el mes de febrero, Infraestructuras procedió, según Sansó, «a la reposición del vallado y tapiado de las ventanas, al que siguió en marzo una nueva reposición de vallas y cerramiento de accesos, concluyendo las actuaciones preventivas recientemente con la reposicion de cerraduras y la colocación de candados para evitar el acceso al interior del edificio».

Mediante el vallado metálico, el Ajuntament pretende independizar el edificio de las obras de reurbanización del sector del Llevant de la fachada marítima