El edificio de Joan Maragall, número 3, no está exento de polémica, ya que Cort se lo permutó a Núñez y Navarro por solares de primera línea de la fachada marítima y este no lo acepta; el empresario llevó esta decisión del gobierno de Calvo a los tribunales. | Pere Bota

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El Ajuntament de Palma prevé entregar a Núñez y Navarro el edificio de Joan Maragall número 3 el próximo otoño, casi tres años después de que el gobierno de Aina Calvo lo permutase -sin acuerdo con el propietarios- por solares de primera línea, entre ellos el del edificio Gesa donde estaba prevista la construcción de viviendas de lujo. El traslado se tendría que haber realizado en el primer trimestre de 2013, ya que Cort estableció que necesitaba dos años para realizar el traslado. El presidente de Emaya, Andreu Garau, ya está planificando el traslado total de la empresa municipal a Son Pacs y prevé que pueda realizarse tras el verano. Hace un par de meses se trasladaron las áreas de medio ambiente, recogida de basura, limpieza, talleres, aguas y la oficina técnica; aún tienen que mudarse a Son Pacs los comerciales, administrativos, personal, sistemas informáticos, asesoría jurídica, coll center y presidencia. Para entregar el edificio a Núñez y Navarro también tienen que abandonar el inmueble los trabajadores del IMI, pero esta mundanza no es dificultosa al tratarse de poco personal.

Ahorro millonario

Garau es consciente de las dificultades de los usuarios para desplazarse a Son Pacs (en la carretera de Sóller), por lo que está buscando una oficina municipal en el centro de Palma. Ya ha visitado varias, pero una de las que tienen más posibilidades de acoger este servicio es la de la SMAP, ya que allí también se comercializan los aparcamientos municipales. Además, está estudiando trasladar a los técnicos de la SMAP a Son Pacs para «hacer una oficina técnica mucho más potente».

Respecto a los 5 millones de euros que tendría que pagar el Ajuntament a Emaya por el edificio de Joan Maragall, Garau sostiene que no es el momento de pedir esta cantidad al Consistorio, ya que no podría hacer frente a ella debido a que la actual coyuntura económica requiere destinar los recursos disponibles a los más desfavorecidos. Sin embargo, puntualiza que Emaya no puede renunciar a este dinero, por lo que el pago quedará aplazado a la espera de que remonte la situación económica. No obstante, una de las posibilidades que planteará el presidente de Emaya es que la empresa pública no tenga que pagar alquiler a Cort por el inmueble municipal en el que ubique la oficina comercial.