El exconseller Rafael Bosch ha sido fichado como asesor. | Michel's

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El fichaje del exconseller d'Educació, Rafael Bosch, como asesor del nuevo conseller d'Economia i Competitivitat, Joaquín García, ha permitido comprobar que la remodelación del Govern ha posibilitado la ampliación del número de cargos políticos.

Los cambios en el Ejecutivo se han saldado con la supresión de tres direcciones generales, pero el ahorro queda ampliamente compensada por la creación de doce nuevas plazas 'a dedo', que se suman a las de los dos nuevos consellers. En total: medio millón de euros más de gasto al año en altos cargos o en nombramientos de personal de libre designación, según confirmaron fuentes del Ejecutivo.

Desde que José Ramón Bauzá ejecutó la remodelación de Govern, hace cuatro semanas, el Butlletí Oficial de la Comunitat lleva publicando nombramientos y sustituciones del personal que acompañará a los consellers que ocupan las conselleries de nueva creación: la de Serveis Socials y la de Economia i Competitivitat.

El equipo

Cada uno de estos consellers ha podido nombrar hasta la fecha a un jefe de gabinete, un secretario general técnico, dos jefes de prensa y dos asesores, lo que suma la cifra de 12 nuevos cargos, seis por Conselleria, además de los dos nuevos consellers.

Un portavoz del Govern reconoció que la remodelación del Ejecutivo aprobada por Bauzá ha supuesto la creación de estas nuevas plazas, pero también recalcó que en el nuevo organigrama se han reducido el número de direcciones generales.

Por lo que respecta al coste global de estos cambios, lo cifró en unos 500.000 euros al año. Aclaró que, dado que quedan dos años de legislatura, el aumento será de un millón de euros, lo que hará que el ahorro global en altos cargos sea de 25 millones de euros, no de 26 como se anunció.

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La remodelación aún no se ha cerrado del todo ya que faltan por nombrar dos cargos de gran importancia estratégica: el director general del Tresor y el responsable de la Oficina de Control Presupuestario.

En cualquier caso, y más allá de la ampliación de personal de confianza de los consellers, se están produciendo cambios entre los asesores de los consellers. Dos de los jefes de prensa han pasado a ser jefes de gabinetes de sus respectivos jefes. Se trata de Elena Dávila, que será la mano derecha del vicepresident del Govern, Antonio Gómez, y Javier Calomarde, que era jefe de prensa de Josep Ignasi Aguiló y ahora ocupa el cargo de jefe de gabinete del conseller d'Hisenda i Pressuposts, José Vicente Marí.

Incumplimiento

Biel Barceló (Més) y Francina Armengol (PSIB) cuestionaron ayer que el president balear hubiera «incumplido otro de sus anuncios» cuando se cumplen dos años de su toma de posesión.

«Empezó diciendo que iba a apostar por otra manera de hacer política y por recortar cargos pero lo cierto es que van aumentando», afirmó Barceló que contrapuso que se coloque a políticos y se despida a empleados públicos.

Francina Armengol dijo que «al margen de consideraciones estéticas» sobre el caso de Bosch, lo que era innegable es que el president cambiaba de política sobre la marcha.

Para la portavoz del grupo parlamentario del PP, Mabel Cabrer, la decisión de nombrar o no cargos de confianza es una responsabilidad del president y los consellers. Afirmó que no entraba a valorarar el caso concreto de Bosch pero señaló que era «una persona muy preparada para el cargo».

Desde el PP se argumenta que existe una gran relación entre la educación y la creación de empresas a través de emprendedores y que esa es una prioridad del área económica.