Centenares de personas entre manifestantes, policías, periodistas y curiosos se han congregado en Avenidas. | P. Bota / T. Ayuga

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La Infanta Cristina ha abandonado los juzgados de Palma a las 18.10 horas, tras declarar durante unas seis horas y permanecer en el edificio durante más de ocho.

A lo largo de la jornada, doña Cristina ha sido interrogada por el juez Castro -la declaración más larga, ya que ha durado desde las 10 de la mañana hasta el receso de la comida, a las 15 horas-, por el fiscal Pedro Horrach, por la Abogacía del Estado y, finalmente, por su defensa.

La hija del Rey ha rechazado contesar a las acusaciones particulares, mientras que la Abogacía de la Comunidad no ha hecho preguntas.

La infanta ha abandonado los juzgados sonriendo aunque con gesto cansado y sólo ha pronunciado un «hasta luego, gracias». Posteriormente, ha salido su abogado Miquel Roca, quien ha afirmado sentirse muy satisfecho con la declaración, asegurando que «todos somos iguales ante la Ley y la Infanta lo ha demostrado».

Otro de los grandes protagonistas de la jornada, el juez José Castro, ha abandonado los juzgados sin hacer declaraciones asegurando que «no es el momento de realizar ninguna valoración» y ha recibido el aplauso de varias de las personas congregadas en los aledaños de los mismos.

Participación en Aizoon

Durante su comparecencia, la Infanta Cristina ha abordado varias de las cuestiones clave de su implicación en el caso Nóos.

Así, la Infanta ha asegurado en los primeros momentos de la declaración no conocer las actividades ni de Aizoon, sociedad de la que es copropietaria, ni de Nóos, instituto de su marido, Iñaki Urdangarin y del ex socio de éste, Diego Torres. De este modo, se habría desvinculado de la gestión de la empresa, así como de las contrataciones de personal doméstico que hizo dicha sociedad.

Igualmente, ha asegurado que, como socia al 50 por ciento de la sociedad Aizoon, en ningún momento se ha sentido como un «escudo fiscal» frente a Hacienda.Así lo ha puesto de manifiesto ante las preguntas formuladas por el juez Castro, quien le ha inquirido sobre si prestó su conformidad a ser propietaria de Aizoon a partes iguales con Iñaki Urdangarin para evitar que Hacienda pusiese la lupa sobre esta mercantil.

Doña Cristina ha negado este extremo, afirmando que entró a formar parte de Aizoon porque se lo pidió su marido en 2003 y consideró oportuno figurar en él. De este modo, ha negado rotundamente que Carlos Masià, notario que participó en la constitución de Aizoon, le advirtiese a ella que, de cara a la puesta en marcha de esta sociedad, no figurase en la misma puesto que le podía acarrear problemas.

Respecto a los gastos de la empresa familiar Aizoon, la infanta ha admitido que hizo pagos con la tarjeta de la empresa, la cual, ha defendido, no es una sociedad que sirviera como blindaje ante Hacienda, y ha añadido que nunca pensó que se hiciera nada ilícito.

Además, ha defendido la labor empresarial de su marido, Iñaki Urdangarin, así como la gestión de sus negocios, al definirle como una persona «muy escrupulosa» y «respetuosa».

La hija menor de los Reyes ha llegado a asegurar que desconocía que hubiera mantenido reuniones con el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, o el exjefe del Ejecutuvo balear Jaume Matas, de cara a la negociación de los eventos Valencia Summit e Illes Balears Forum, por cuya organización el Instituto Nóos que presidía su esposo percibió 5,8 millones de euros.

El Rey pidió a Urdangarin que dejara Nóos

Por otro lado, la hija del Rey ha admitido también ante el juez José Castro, instructor del caso Nóos, que su padre, el rey Don Juan Carlos, advirtió a Iñaki Urdangarin sobre sus negocios con el instituto Nóos.

Concretamente, el monarca habría pedido al duque de Palma que abandonara sus negocios en 2006 «por razones estéticas» y de «imagen» a través del conde de Fontao, una solicitud de la que la infanta era conocedora. Así lo ha asegurado antes del receso de las 15 horas que el juez ha establecido para comer y durante el cual la Infanta no ha abandonado los juzgados.

En cuanto a los 1,2 millones de euros que Don Juan Carlos transfirió en 2004 a una cuenta de la que son titulares los Duques de Palma, la Infanta ha asegurado que se trató de un préstamo y no de una donación encubierta no declarada a Hacienda.

En este sentido, ha apuntado que está devolviendo esta cantidad «como puede» y que por ahora ha retornado 150.000 euros. Con este préstamo, ha recordado la Infanta, el monarca quería ayudar a la pareja a adquirir el Palacete de Pedralbes.

Interrogatorio «minucioso y extenso»

Tras el fin del interrogatorio del magistrado, uno de sus abogados, Jesús Silva, ha aprovechado el descanso del mediodía para expresar su confianza en éste «acabe sobreseyendo las actuaciones» contra doña Cristina. «Estamos muy contentos de la evolución del interrogatorio», ha asegurado.

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Silva ha descrito el interrogatorio del juez, que ha durado cinco horas. como «minucioso y extenso» y ha destacado que la duquesa de Palma ha respondido a todas las preguntas del magistrado. «Ha quedado muy claro lo que sabía, lo que no sabía, lo que debía saber y lo que no debía saber», ha incidido el letrado, que ha asegurado que doña Cristina «está un poco cansada», pero «es fuerte y resiste».

Silva ha negado que la duquesa de Palma haya respondido a las cuestiones que se le plantean con evasivas y ha subrayado que, por el contrario, ha contestado a «centenares de preguntas» aclarando con «lo que sabe y lo que no sabe» e, incluso, lo que podía suponer.

«Bochornosa»

Muy diferente ha sido la opinión del abogado del Frente Cívico «Somos Mayoría» (promovido por Julio Anguita), Manuel Delgado, quien ha señalado que algunas respuestas de doña Cristina han sido «absolutamente increíbles» y parecía incluso desconocer «que en su casa había una empresa que se llamaba Aizoon». El letrado ha calificado la declaración de la infanta de «bochornosa» a ratos.

Delgado, que ha elogiado la exhaustividad de Castro, ha afirmado que tiene la convicción de que «Urdangarin es un cortafuegos» y ha considerado inverosímil que el Rey desconociera el origen de los recursos de la infanta, que recibió el 25 % de los ingresos de Nóos, ha dicho. «Sin la infanta, esta película es absurda», ha apostillado

Por su parte, Virginia López Negrete, abogada de Manos Limpias, que también ejerce la acusación popular, ha insistido en que la duquesa de Palma dijo que se involucró en Aizoon por confianza en su esposo.

Relajada y sonriendo

La Infanta ha llegado a las 9.45 a los Juzgados de Palma en los que hoy presta declaración ante el juez Castro como imputada por el caso Nóos. Doña Cristina ha bajado en coche la rampa de acceso, aunque ha recorrido a pie los últimos metros. En los breves momentos en los que ha podido ser fotografiada, se ha mostrado relajada y sonriente y no ha hecho más declaraciones que un breve saludo a los numerosos periodistas presentes.

La hija del Rey, vestida con camisa blanca y un traje de chaqueta oscuro, descendió del coche sonriendo tras recorrer la cuesta dentro de un vehículo negro. Acompañada por su abogado, Miquel Roca, ha sido recibida en la puerta por otro de sus letrados, Jesús María Silva.

Precisamente este último ha dicho a su llegada a los juzgados de Palma no ha querido desvelar a su llegada si doña Cristina responderá a todas las preguntas y se ha limitado a afirmar: «Eso ya lo veremos».

Llegada de los principales protagonistas

Antes de la llegada de la infanta,los principales protagonistas del interrogatorio han ido accediendo al juzgado el juez José Castro, los fiscales Pedro Horrach y Miguel Angel Subirán y otros letrados de la causa. El primero en llegar al juzgado ha sido el juez Castro, alrededor de las 7.00 horas.

Entre los abogados, Manuel González-Peeters, el del exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres ha sido el primero en llegar a las dependencias judiciales, a las 9.06 horas.

La abogada del sindicato Manos Limpias, acusación popular en el caso Nóos, Virginia López Negrete, ha asegurado que la declaración de la infanta se produce «después de muchos impedimentos» y para responder preguntas sobre unos presuntos delitos fiscales y blanqueo de capitales.

La letrada considera que la declaración será «un mero trámite», que se produce en el marco de «un procedimiento donde han ocurrido cosas inéditas, con una Fiscalía que preventivamente pide la desimputación de alguien sin que se le haya pedido».

Ha manifestado que espera que doña Cristina responda a las preguntas que quiere formularle porque representa «a millones de ciudadanos que quieren respuestas».

Amplio despliegue policial

Los efectivos de las policías nacional y local se han desplegado esta madrugada en los alrededores de los juzgados de Palma. Cerca de 200 agentes los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han sido movilizados para mantener el orden y velar por la seguridad de la infanta, que ha llegado unos minutos antes de las 10, hora a la que está citada.

A las 06:45 de la mañana y cuando aún no había amanecido, han llegado hasta los juzgados una decena de furgones de la Policía Nacional con efectivos, y poco antes han abierto la verja de la puerta trasera del edificio de los Tribunales por la que ha accedido la infanta Cristina.

Con la misión de ordenar el tráfico, al menos otros 30 agentes de la Policía Local se han situado en puntos de las proximidades del edificio de cuatro plantas que alberga los Tribunales, ubicado este en una de las principales arterias de Palma.

El dispositivo policial ha establecido un cordón de seguridad de unos 200 metros, también estrictos controles en toda la manzana de edificios y en las calles del perímetro, además de sellar cada una de las alcantarillas.