Hotel de la cadena Riu. | ARCHIVO

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El giro histórico de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba supondrá para la isla una oportunidad sustancial para afianzarse como uno de los grandes competidores del mercado turístico caribeño, en el que las cadenas hoteleras de Balears gozan de una posición privilegiada.

Las inversiones de hoteleros baleares han ido dirigidas hasta la fecha hacia la Riviera Maya mexicana, Jamaica y, de manera muy especial, a la República Dominicana, que fue donde se inició el proceso de internacionalización de las cadenas hoteleras de Balears y españolas, en concreto en 1984 en Playa Bávaro. A partir de ahora, con este cambio, habrá un desvío de inversiones a los enclaves turísticos de Cuba.

Destino demandado

Cuba tiene un enorme potencial que se espera que comience a aprovechar en la medida en que el bloqueo económico de Estados Unidos (EEUU) se flexibilice y comiencen a llegar más inversiones extranjeras a la isla.

Cuba es un destino apetitoso para las hoteleras españolas. La primera cadena en llegar fue Meliá hace 25 años. Actualmente, explota 27 hoteles en territorio cubano, con 13.000 habitaciones que suponen un 15 % de su portafolio.

Cuba es para Meliá el segundo país de habla hispana en volumen de plazas hoteleras y un destino prioritario en el Caribe, en donde tiene varios proyectos en marcha. En la isla también está presente, entre otros, Iberostar con 10 hoteles y Barceló con 2, el mismo número que Globalia (Be Live) y que podría incorporar un nuevo complejo en Varadero. La oferta de RIU, Valentín Hoteles es de un hotel.