Los miembros del Parlament, durante un debate. | Pere Bota

TW
60

El PP cambia la Ley de Incompatibilidades para que los altos cargos del Ejecutivo no tengan que desprenderse de sus empresas o de las participaciones en otras empresas cuando accedan al cargo. Esta norma, que aprobó en el año 1996 Cristòfol Soler, dejará de ser un requisito en unas semanas, una vez que el Parlament apruebe, con los votos del PP, la enmienda a la totalidad de los ‘populares’ al proyecto de ley de trasparencia del PSIB.

La Ley de Incompatibilidades recoge en su artículo 4.2 la obligatoriedad de desprenderse de las participaciones en las empresas en el plazo de un mes desde el nombramiento. Si la participación se adquiriera por sucesión hereditaria durante el ejercicio del cargo «se tendrá la obligación de desprenderse de la misma en el plazo de tres meses desde su adquisición».

De hecho, la propuesta que han presentado los populares en el Parlament deroga la Ley de Incompatibilidades e incorpora parte de sus artículos a su proyecto de ley. Con esta modificación, ya no será incompatible poseer más de un 10 por ciento de empresas que tengan contratos, conciertos o convenios con la Administración pública como sí sucede ahora.

Pese a estas modificaciones, el PP insiste en que la ley que aprobará en breve el Parlament está pensada para reforzar la obligación de dedicación exclusiva de los altos cargos. El diputado del PP Miquel Jerez, encargado de defender la ley en el Parlament, asegura que el documento mantiene la imposibilidad de que los altos cargos compatibilicen su trabajo con otras actividades de carácter público o privado.