Santandreu ha declarado la possessió 'territori okupa' a partir de este jueves, y ha asegurado que no se moverán hasta que la Policía no les desaloje. "Nos dieron un caramelo envenenado hace seis años", ha afirmado. Sin embargo, el activista ha desvelado que "existen políticos que actualmente gobiernan que le han garantizado que encontrarán una solución para trasladar sus actividades a otro lugar". Llegado el caso, será entonces cuando Santandreu dé por finalizado su encadenamiento, momento en el que tendrá que pedir a Jacqueline y Pep, dos amigos suyos, la llave de la cadena que guardan desde esta mañana, como él les ha solicitado.
Sa Casa Llarga es, según sus gestores, 'el pan de Can Gazà, un campo de trabajo para recobrar la dignidad'. La planta superior alberga una amplia sala que Can Gazà cede a la Pastoral Penitenciaria, que la emplea como almacén de calzado y ropa que entrega a los presos de la cárcel de Palma sin recursos económicos.
En la planta baja del caserón existe una dependencia destinada a exposición permanente de pinturas, que por poco precio pueden ser adquiridas por cualquier persona. También en esa misma planta hay otra habitación repleta de libros de todo tipo, donados a la entidad por entidades y particulares, que se pueden comprar a un precio único de un euro, dinero que ayuda a la autogestión de Can Gazà.
Buena parte del terreno está ocupado por los talleres de recuperación de muebles y ropa, en los que trabajan los usuarios del centro de acogida, que son excluidos sociales extremos.
Los responsables de sa Casa Llarga tienen previsto no desalojar la propiedad hasta que la Policía no adopte medidas, ya que entienden que la posición de los dueños de la finca es injusta, ante la negativa a cederles por tres años más su uso.
Al acto de protesta han acudido para prestar su apoyo a Santandreu miembros de Memòria de Mallorca como Aina Calafat y Bernat Vicens, Joan Lladó de Esquerra Republicana, Alberto Jarabo de Podemos, y Jaume Mateu, presidente de la Obra Cultural Balear y también presidente de Can Gazà y sa Casa Llarga.
Santandreu ha explicado que la finca no cuenta con agua corriente ni alcantarillado, para lo que se necesitarían 300.000 euros.
40 comentarios
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En vez de mostrarles tanto apoyo (ocb, podemos...), que se los metan en casa. Y listo.
Querrás decir actitud.
Ni okupas ni nada, dice la verdad, pero la ley asiste alos Feliu.
Es una propiedad privada, no se ha enterado que no es suya. Además qué dé gracias de no haber pagado nada por estar estos 5 años.
Con esta aptitud lo único que consigue es que yo no firmo un acuerdo con una ONG ni jarro de vino desprestigia a las ong
Si tiene un contrato son para cumplirse, lo demás son ganas de llamar la atención , que se cumpla el contrato si no no haber firmado atte
Bankia ha drshauciafo a un matrimonio con tres hijos pequeños, uno de ellos un bebé. Y mientras, continúa debiendo a los preferentistas y a todos nosotros el dinero público de su saneamiento que no quieren devolver.
En Irún lo mismo, cooperarativa de 50 cooperativistas, 40 años esperando permisos que no han llegado, los jóvenes de turno patada a la puerta tapiada y las autoridades " pasando" , ¿ donde van a ir los pobrecitos jóvenes?, pues que se los lleven a su casa que muchos adosados tienen los txokos sin utilizar, que se los dejen para que tengan donde estar. Se dispone muy bien de los bienes ajenos.
Los Feliu cedieron la casa a Jaume Santandreu i su ONG, cuando se estaba construyendo el Hospital Son Espases, para librarse de la expropiación y derribo de la casa, dada su enorme función social. Ahora ya ha pasado el peligro y los echan para recuperar la casa. Los han utilizado inmisericordemente, pero por si nos sirve de consuelo, el próximo Govern será una coalicción entre nacionalistas y PODEMOS. Ajo y agua.
Possesións dels marginats,què arribaràn a ser grans terratenents,com els Templers,si s'unèixen per lluitar contra el Gran Satán.