La diputada del PP Mabel Cabrer en una sesión del Parlament. | Efe

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La portavoz del grupo parlamentario del PP, Mabel Cabrer, ha dicho hoy que su partido no pretende dar «ni un paso atrás en transparencia», sino todo lo contrario, por lo que intentará consensuar al máximo la ley de buen gobierno y transparencia con el resto de grupos políticos.

Cabrer ha admitido en una rueda de prensa que las enmiendas que ha presentado el PP a esta normativa del PSIB han tenido un error ya que se subsanará a través de «una corrección técnica», ya que no se pretendía restar en transparencia.

Ha recordado que el intento de consenso se llevará a cabo en las ponencias parlamentarias de la ley que será en breve.

Por su parte, la portavoz adjunta del grupo parlamentario del PP, Marga Prohens, se ha referido a la moción de lucha contra la corrupción que presentará mañana MÉS en el pleno de la cámara balear.

Según ha explicado, está «llena de generalidades e incoherencias y no presenta ninguna medida de calado», pero ha adelantado que el PP votará algunos puntos a favor y para otros han presentado enmiendas.

Prohens ha criticado que la propuesta de MÉS intenta «acotar la corrupción a un partido, una persona y una época cuando la corrupción afecta a todos los partidos».

Ha defendido una vez que más que su partido «ha actuado contundentemente en contra de la corrupción», por lo que considera que el PP tiene motivos suficientes «para no aceptar lecciones de quienes no han tomado medidas cuando tenían responsabilidad de Govern».

«No entraremos en su juego de acotar la corrupción a determinados casos que, aunque coincidimos en que son vergonzosos, también sabemos que la corrupción es más que eso y que ha de afrontarse desde un sentido más amplio», ha precisado Prohens.

Cabrer por su lado ha descartado el apoyo a la iniciativa de MÉS para elegir entre monarquía y república a través de un referéndum, así como la de acción de control al Govern de los socialistas.

En opinión de la portavoz popular, ambas proposiciones no de ley están alejadas de la realidad, y no constituyen una «alternativa constructiva».