Foto de familia tras la designación de Inmaculada de Benito (centro) como presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca. | Pere Bota

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Una amplia representación del empresariado de las Islas arropó eset lunes por la noche a Inmaculada de Benito, que fue nombrada presidenta ejecutiva de la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM) en sustitución de Aurelio Vázquez, que seguirá en la patronal como vicepresidente. En su primer discurso, aseguró que empieza una etapa «continuista», aunque uno de los primeros retos que tienen por delante es «conseguir el reconocimiento de nuestro sector como industria que somos». De Benito tiene claro cómo conseguir este objetivo: «Pasar de la toma de decisiones piramidales a la toma de decisiones transversales».

La presidenta de la FEHM defendió que «todas las decisiones que se tomen en las administraciones, con independencia del área, deben estar impregnadas de sensibilidad turística y analizadas en términos de coste de beneficio para la industria».

En su opinión, sólo con esta manera de hacer política se empezará a creer que son un sector «realmente estratégico en la economía de España y de Balears». En este sentido, sentenció que el traslado de la realidad del turismo a la gestión económico-política «derivará en mayor eficacia para la Administración y las empresas, lo que revertirá en empleo y bienestar para la sociedad en general».

Asimismo, los hoteleros reivindican una mayor colaboración con todos los sectores económicos y no solo con los turísticos. De Benito instó a la sanidad, la educación, el medio ambiente y las organizaciones del tercer sector a «trabajar con una unidad de acción para avanzar como país».

La nueva presidenta manifestó sus peticiones a los representantes políticos ante la presencia de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y los consellers de Turisme y Hisenda, Jaime Martínez y José Vicente Marí, respectivamente. Impulsos para la generación de «más y mejor empleo», acabar la reforma de la Administración y una política fiscal «más adecuadas», son algunas de las reivindicaciones del sector para «una mayor inversión, más empleo y mejora de la competitividad global».