Imagen del equipo de gobierno del Consell de Mallorca. | Jaume Morey

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El tripartito del Consell de Mallorca se mantiene ‘fiel’ a su acuerdo de gobernabilidad y, de momento, sólo el tema de la importación de basura y el cambio de día y de formato de la Diada han provocado pequeñas tensiones. PSIB, Més y Podemos siguen mostrando la imagen de unidad que desde el primer día les ha caracterizado de puertas para fuera.

El tema de la paralización de la llegada de barcos con basura fue uno de los puntos fuertes durante la campaña y una vez en la Ejecutiva, tanto por parte del PSIB como de Més, no se cansaron de proclamar que con ellos en el Ejecutivo no entraría ni una tonelada más de residuos. Pero el Departament de Medi Ambient quedó en manos de Podemos y la negativa a tener que afrontar indemnizaciones millonarias pudo más que las promesas electorales.

Sobre la Diada, todos están de acuerdo en que ‘repensar el Consell’ también implica ‘repensar’ esta jornada. Las divergencias se limitan en este caso a las formas de afrontar los cambios.

Durante los primeros cien días que se cumplen hoy, de este nuevo equipo, «no han hecho nada excepcional», según criticaron desde el PI hace unos días, pero muchos de los recién llegados al Palau Reial coinciden en la dificultad de poner en marcha esta institución.

De momento, se han iniciado los trámites para que no puedan volver a entrar basura del extranjero, se ha aprobado la moratoria de grandes superficies y se está trabajando en un nuevo proyecto para redimensionar la carretera de Llucmajor a Campos.

En materia económica se está trabajando en los presupuestos de 2016 y en reactivar las inversiones estatutarias para no perder 10 millones de euros en proyectos sin ejecutar. Además, en el pleno del pasado jueves se aprobó una inyección de 736.826,69 euros para el Teatre Principal.