Vista de los asentamientos de Tindouf tras las lluvias. En tres de ellos viven la mayoría de los niños acogidos durante el verano en Balears.

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Desde el pasado día 17 las lluvias torrenciales azotan los campamentos de la población refugiada en Tindouf, lugar de donde proceden los 95 niños y niñas saharauis que este año fueron acogidos en verano por familias de Balears, la mayoría mallorquinas. Multitud de casas (todas de adobe) han sido destruidas, al igual que las tiendas de campaña (frágiles hogares de parte de la población) ubicadas en las ‘wilaya’s (asentamientos) de Auserd, Dajla y Al Ayun, donde viven los niños.

«Está todo destrozado, están sufriendo lluvias torrenciales desde hace varios días. Los que han podido, se han ido a las zonas altas. Los daños aún no están cuantificados, pero muchos lo han perdido todo, desde la casa hasta las reservas de alimentación, utensilios domésticos, etc. Estamos en contacto con las familias de Balears y las de Tindouf», afirma Catalina Rosselló, vicepresidenta de la Associació d’Amics del Poble Saharaui de Balears.

Desde la Associació d’Amics del Poble Saharaui de Balears se insiste en que «es muy difícil mandar ayuda desde aquí a las familias, actualmente es lo más complicado. Sabemos la gran preocupación de muchas de las familias de Balears. Lo positivo, dentro de esta situación tan grave en Tindouf, es que no se han lamentado hasta le fecha daños personales, sólo materiales», señala Rosselló.