Combo de fotografías de archivo de la infanta Cristina, su esposo, Iñaki Urdangarin, y los otros 16 acusados en el juicio del caso Nóos. | Efe

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Desde que el juez Castro abriera una pieza para investigar el instituto Nóos, dentro de la causa por presunta corrupción conocida como caso Palma Arena, han pasado más de cinco años. Sin embargo, las repercusiones del juicio del caso Nóos que se celebra en Palma han hecho que sea el más mediático de España.

Este lunes, la infanta Cristina, su marido, Iñaki Urdangarin, el expresidente Jaume Matas y otros 15 acusados se sientan en el banquillo para tratar los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación, fraude a la Administración, tráfico de influencias, estafa, falsedad documental por particulares, falsedad en documento público por funcionario, falsedad en documento mercantil, delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo.

Doctrina Botín

La hermana menor del Rey Felipe VI se sienta en el banquillo como presunta cooperadora de su marido, Iñaki Urdangarin, en dos delitos fiscales, aunque las tres magistradas que forman el tribunal (Samantha Romero, Eleonor Moyà y Rocío Martín) pueden decidir que quede exonerada sin juicio al aplicar la doctrina Botín.

El banquero Emilio Botín prestó involuntariamente su apellido en 2007, a través de una sentencia del Tribunal Supremo, a un precepto jurisprudencial que establece que nadie podrá ser juzgado por delitos fiscales si no le acusan ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado, a quienes corresponde la defensa del interés de los perjudicados: Hacienda y la administración pública en general.

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Días previos

En los últimos días, a medida que se acercaba el inicio del juicio, se han producido algunos movimientos entre los acusados. El exsocio de Iñaki Urdangarín, Diego Torres, ha ofrecido una entrevista televisiva en la que declara que «lo que hacía Nóos lo supervisaba la Casa Real». Por su parte, Jaume Matas, quien llegó este domingo a Palma y no constó a ninguna pregunta, ofreció parte de su palacete y una confesión de parte de los delitos.

Asimismo, la Escuela Balear de la Administración Pública de Palma que acoge el juicio ha registrado más movimiento del habitual. Por una parte por el gran dispositivo policial habilitado para la ocasión, y por otra por las 590 acreditaciones para profesionales de 84 medios de comunicación de todo el mundo.

Concentración

Igual que pasó en los juzgados de Palma cuando doña Cristina prestó declaración como imputada en febrero de 2014, la Unidad Cívica por la República ha convocado una concentración ante la Escuela Balear de la Administración Pública.

En esta ocasión el lema es «Infanta procesada por un delito contra la Hacienda Pública». En los carteles de la convocatoria, la organización asegura que en una república todos los ciudadanos son iguales ante la ley, «se devolvería el dinero robado y el Palacio de Marivent no sería un coto privado apto para la corrupción».