Pedro Sánchez y Francina Armengol. | M. À. Cañellas

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Este sábado es el día. Y Francina Armengol se prepara para explicar que la experiencia balear es perfectamente aplicable a la gobernabilidad de España. El Comité Federal del PSOE decide si da luz verde a su secretario general, Pedro Sánchez, para pactar con Podemos e intentar presidir Moncloa. No será un cónclave fácil ya que algunos barones, como es el caso de la sultana de Andalucía, Susana Díaz, se oponen a este acuerdo. A ello hay que añadir la presión externa pero importante de históricos aristócratas socialistas como Felipe González, Alfonso Guerra, Nicolás Redondo Terreros o Joaquín Leguina, que estrujan a Sánchez para que se entienda contra natura con Mariano Rajoy. Pero este grupo de santones en naftalina está muy desprestigiado entre las bases y cuadros medios socialistas, y mucho más desde que comenzaron a sermonear desde medios de comunicación «próximos al PP y, en algún caso, en concordancia con los segmentos más derechistas de la caverna mediática, ahora movilizada para salvar a Rajoy». Al grupo de González ya se les califica en algunos sectores de la izquierda como los aristogatos.

Pero aún así, y pese a que Sánchez goza del respaldo mayoritario del PSOE, «no tiene nada fácil salir del todo airoso del Comité Federal». En principio no está previsto que Francina haga hoy ninguna intervención pública, pero entre los corros y los pasillos sí tendrá mucho que decir. Para Balears, como para otras comunidades periféricas, un pacto con el PP «sería calamitoso. Un desastre. ¿Alguien ve al PSIB pactando con Rodríguez o con el PP-Balear? La misión de Francina es hacer ver a algunos de sus compañeros reticentes que España es mucho más que Madrid y su juego de intereses.
Aparte están ambiciones personales de la sultana del Guadalquivir, que aspira a ser la nueva secretaria general si cae Sánchez.

Respecto a Ciudadanos, en el PSIB creen que si hay un pacto Sánchez-Iglesias, el partido de Rivera acabará dando un cierto apoyo externo porque la ristra de escándalos que ahoga al PP fuerza a C,s de «huir de ellos como de la peste». También, aunque no haya acuerdo explícito, las formaciones nacionalistas catalanas y vascas «por fuerza se han de sentir más a gusto con Sánchez como presidente, comprometido en la reforma de la Constitución, que con un Rajoy que sólo ha buscado la recentralización y el ahogo económico de las autonomías periféricas». Si Sánchez logra hoy el apoyo del Comité Federal para pactar un gobierno con Iglesias, «será sin duda el próximo presidente».