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La asociación de profesores PLIS. Educación, por favor sostiene que la única manera de utilizar el inglés como lengua vehicular es introducirla en primero de Primaria «para luego extenderla escalonadamente, año tras año, al resto de los cursos de primaria y Secundaria».

En un comunicado, PLIS considera que «se ha de evitar tanto legislar por exceso, caso del Tratamiento Integrado de Lenguas, del Govern Bauzá, como legislar por defecto, caso del actual decreto de lenguas del Govern Armengol».

Según exponen desde la asociación, el Govern de la pasada legislatura legisló «por exceso y con miopía», pretendiendo implantar una lengua extranjera como lengua vehicular en todos los cursos de Primaria y Secundaria y en un plazo corto de tiempo. «El resultado fue el colapso», han apuntado.

Por el contrario, el actual Govern, legisla «por defecto y con hipermetropía», dejando su implantación a la voluntad de los centros, con un resultado que será, en la enseñanza pública, «otra vez el fracaso», porque, según explican, «los centros han de contar con sus propios recursos, porque la Asamblea de Docentes y sindicatos no saben ver más allá de la inmersión en catalán y porque el Govern tampoco quiere restar ninguna hora al catalán».

Con todo, PLIS. Educación, por favor sostiene que implantar como vehicular una lengua extranjera, si ésta es el inglés, «no es difícil ni especialmente costoso».

Planificar a largo plazo

«La clave está en ser prudente y planificar a largo plazo: el primer año se debe aplicar a primero de primaria, el segundo año a primero y segundo de primaria, y así hasta llegar a segundo de bachillerato», lo que sumarían en total 12 años.

«Es falso que no haya profesores capacitados para utilizar el inglés como lengua vehicular en Primaria», han asegurado, al tiempo que han recordado desde la asociación que hay que tener en cuenta que una de las ramas de Magisterio es Magisterio en Inglés.

«Si con estas cautelas de tiempo, el Govern, los profesores y sindicatos consideran que este plan resulta inviable, habrá que pensar que el problema de la enseñanza en España no son los alumnos, ni las familias, ni el entorno socioeconómico, sino los profesionales docentes», han apostillado.