Los sindicatos CCOO, UGT y STEI-I, que han presentado hoy las manifestaciones para el Día del Trabajo, han afirmado que será un «primero de mayo contra la pobreza salarial y social». | @CCOOBalears

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Los sindicatos CCOO, UGT y STEI-I, que han presentado este martes las manifestaciones para el Día del Trabajo, han afirmado que será un «primero de mayo contra la pobreza salarial y social».

«Recuperar los salarios dignos y la calidad del empleo pasa por acometer una doble diversificación del sistema productivo, tanto a nivel interno del sector turístico como con otros sectores productivos», recalca CCOO en una nota de prensa.

El secretario general de CCOO de Balears, José Luis García, ha reclamado acabar de una vez con la pobreza salarial y social que sufren muchos de trabajadores en las islas y todo el Estado.

García ha reclamado todo un paquete de medidas para la mejora de las condiciones de los trabajadores de las islas, como el impulso de políticas activas para la mejorar la empleabilidad, con especial referencia a la formación; el fortalecimiento de la negociación colectiva, y la recuperación de la calidad de los servicios públicos, entre otros temas.

El dirigente sindical se ha referido también a la situación política. «Nuestro país necesita un gobierno de izquierdas capaz de revertir los derechos hurtados a los trabajadores; ahora o después de unos previsibles nuevos comicios, es obligado un acuerdo», ha reclamado.

Por su parte, el secretario general de UGT Balears, Alejandro Texías, ha apuntado que el primero de mayo «no es un día de fiesta, sino un día de reivindicación de la clase obrera para reclamar «empleo de calidad con salarios y horarios dignos».

Par ello, ha indicado, «es necesario derogar las reformas laborales». «Los trabajadores tienen que ir a trabajar con tranquilidad, sin ser explotados, ni poner en riesgo su salud», ha reclamado Texías.

En relación al momento político actual, el dirigente sindical ha pedido a los partidos políticos de izquierdas un «último esfuerzo» encaminado a fraguar un «acuerdo» que evite la convocatoria de nuevas elecciones generales.