Los participantes han sido trasladados en taxis a otros locales. | P. Pellicer

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Los organizadores de una fiesta prevista para este domingo en Playa de Palma han optado por pagar taxis hasta un local a los clientes que estaban ocupando la vía pública consumiendo alcohol, según ha informado la agrupación ciudadana Ciutat de S'Arenal.

Esta asociación ya denunció la semana pasada que una de estas «fiestas etílicas», celebrada en primera línea de Playa de Palma, había ocupado por completo el paseo alterando el orden público.

Como ha señalado el portavoz de la agrupación ciudadana de S'Arenal, Biel Barceló, para este domingo estaba prevista otra en un local de la zona, que se ha llenado, por lo que los clientes, que bebían en la calle, iban «de un sitio a otro, impidiendo el paso y ocupando la calle adyacente».

Según el relato de Barceló, ante la presencia de la Policía Local en la zona, el organizador «ha optado por pagar taxis a los clientes para que se los lleven a otro local a unos 200 metros» de la fiesta original.

Así, los clientes han estado «haciendo cola para ir al otro local, donde la máxima es consumir alcohol sin parar», ha dicho Barceló.

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Este traslado debería servir para que la fiesta se desarrolle dentro del local, «pero habitualmente se hace en la calle», ha puntualizado el portavoz.

Por su parte, la Policía Local ha explicado que durante la semana ha hablado con los organizadores de fiestas de este tipo para recordar que esta actividad está prohibida y ha subrayado que ya se ha puesto en marcha el dispositivo especial de verano, con un centenar de agentes reforzando la vigilancia en las zonas turísticas.

Govern y Cort advierten a los empresario

La fiesta se ha llevado a cabo a pesar de que este sábado Govern y Ayuntamiento lanzaran un contundente mensaje de advertencia a los empresarios que organizan fiestas de este tipo, alertando de que emprenderán medidas contra ellos «con todas las armas que tenemos».

En este sentido, el alcalde de Palma, José Hila, insistía durante una visita a la zona en que no se tolerará «el turismo de borrachera» por lo que recomendaba a los empresarios que organizan estos eventos «que dejen de hacerlo, porque tendrá consecuencias graves».