Vista panorámica del Gorg Blau. | Redacción Local

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Emaya ha gastado en lo que va de año (de enero a julio) 5,5 millones de euros en la compra de agua desalada a la Agència Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua) y a final de 2016 la previsión es haber pagado 8,6 millones (esta cifra incluye el coste del agua más la cantidad fija que Emaya paga a Abaqua cada mes, que este año es de 258.557 euros).

La empresa municipal tiene previsto seguir comprando agua desalada durante el otoño ante la situación de las reservas, que sigue siendo preocupante por la falta de lluvias. Los embalses se encuentran en este momento al 34,6 % de su capacidad (al principio del verano estaban al 40 %), frente al 56,5 % que registraban el año pasado por estas fechas (al comienzo del estío de 2015 se encontraban en situación envidiable, al 80 %).

Aunque en años de lluvia abundante o normal los embalses son la principal fuente de agua para el consumo de los palmesanos y visitantes durante el verano, este año no está siendo así, ya que hasta una tercera parte del agua que se consume, el 36 %, proviene de la desaladora.