Xelo Huerta atendiendo a los medios de comunicación. | Pere Bota

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«Una cosa es dejar la presidencia y otra dejar el Parlament», ha asegurado la presidenta de la cámara legislativa balear, Xelo Huertas, para explicar que tras su suspensión como militante de Podemos abandonará el cargo si se lo pide su partido, pero no el escaño de diputada.

Huertas, que se ha declarado «molesta y sorprendida» por haberse enterado por los medios de comunicación de su expulsión cautelar, ha negado cualquier irregularidad y ha atribuido las acusaciones a «los celos, la envidia y la testosterona» de compañeros de la dirección balear de Podemos por la «visibilidad» que ella tiene como presidenta del Parlament.

En una comparecencia improvisada a las puertas de su despacho, Huertas se ha quejado de los modos utilizados por Podemos para hacer pública su sanción. «El partido no me ha comunicado absolutamente nada. Pensaba que éramos un poco caóticos, pero no tanto».

Ha insistido en no adelantar decisiones hasta conocer oficialmente qué indicios tiene en su contra Podemos, cuyo secretario de Organización, Pablo Echenique, ha ligado la sanción al presunto beneficio personal obtenido con un convenio entre el Govern y un laboratorio de investigación.

También se habrían beneficiado el director de ese grupo investigador, el secretario de Acción Institucional regional Daniel Bachiller, y la diputada Montserrat Seijas, de quienes Huertas ha dicho que son simplemente «compañeros de partido».

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«Es imposible» que haya indicios por comportamiento irregular contra ella, ha insistido la presidenta del Parlament balear, para quien «seguramente quien ha arrojado las sospechas tiene bastante más que callar» que ella.

«A mí no se me caen los anillos por irme», ha añadido respecto al cargo institucional, el segundo de mayor rango en Balears tras la presidencia autonómica.

Pero se ha mostrado decidida a continuar como diputada porque permanecer en el escaño le podría ayudar a defenderse políticamente. «A lo mejor tengo un escaparate que no tengo si estoy en mi trabajo», ha abundado Huertas.

Ha negado que seguir de diputada tenga un propósito de defensa jurídica. «Los aforamientos ni me hacen falta, ni creo en ellos, y creo que habría que quitarlos», ha manifestado antes de hacer una aparente advertencia: «Espero que algún diputado que a lo mejor lo tenga que utilizar no lo utilice porque no cree en ellos».

Ha adelantado su intención de denunciar a quienes hayan informado, a su juicio falsamente, sobre supuestas irregularidades a la dirección de su partido, que a ella no le ha requerido ninguna aclaración o documentación.

«No le tengo ningún apego a este puesto», ha reiterado en referencia a la presidencia de la cámara legislativa. «Este no era el sitio ideal para mí, yo quería ser diputada», ha manifestado Huertas, que ha añadido que si Podemos le pide que deje la presidencia le quita «un peso de encima».