Biel Company junto a Pere Rotger y Margalida Durán. | Jaume Morey

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Todo está a punto para que la mañana de este sábado, en la merienda en el restaurant Ses Torres, cerca de Ariany, Biel Company anuncie su «predisposición» a presentarse a la presidencia del PP Balear cuando se convoque el congreso. Está llamada la flor y nata popular de la Part Forana mallorquina. Sus presidentes de juntas locales y sus cabezas de lista. El equipo de Company espera entre sesenta y setenta dirigentes. Ha habido un 'lapsus freudiano'. Nadie ha invitado al presidente de la junta local de Marratxí, que responde por el nombre de José Ramón Bauzá, pero no se descarta que se presente por su cuenta y riesgo. «Si es así, le daremos la manita», afirman fuentes próximas a Company. Como se sabe, a Bauzá le encanta ejercer de paracaidista político, aunque en esta ocasión, si fuese, caería de espaldas en un avispero.

Tampoco está previsto que acudan el presidente del PP, Miquel Vidal, ni su secretario general, Sebastià Sagreras. Así se le dará al encuentro un aire no orgánico, sino de precandidatura. Se espera un Company fino, alegre, contundente en el fondo, pero hábil a la hora de manejar los 'tempos' políticos. Dirá que él no formalizará su salida congresual hasta que la dirección del partido convoque el evento, «tal y como debe ser». También se espera alguna indirecta a Bauzá, que puso el arado delante del buey y al final se ha quedado sin arado, sin buey y sin sembrado.

A partir de esta argumentación, Company esbozará su visión regionalista del PP, su mirada hacia el futuro partiendo de las raíces del partido, que tantos éxitos cosechó en los años ochenta y noventa cuando era dirigido por Gabriel Cañellas. Es probable que pida a todos los presentes que estén cerca de la gente y escuchen sus problemas y demandas. Y sin decirlo expresamente, quedará perfilado como candidato integrador, capaz de sumar corrientes y sensibilidades y dispuesto a rearmar un PP capaz de ganar las elecciones autonómicas del 2019.

El entorno de Company espera que el encuentro de este sábado sea un éxito. Un cohete de rumbo y velocidad imparables. Han elegido un sitio donde todo el mundo esté a gusto. Buscan un ambiente serio pero a la vez campechano y de hermandad. No han encargado ninguna comida especial. Están citados a las 9.30 horas. En Ses Torres a esta hora se pueden pedir todo tipo de pans amb oli (desde jamón a bacalao) , así como callos, llengua amb tàperes, frit y costillas de cerdo o cordero a la plancha. Si hay apetito, no faltará de nada.

«Como no nos han dicho nada de lo que comerán y únicamente han encargado una sala, tal vez muchos sólo pidan un café con leche. Les atenderemos en lo que gusten», afirmó un responsable del local.

Company también se presenta dispuesto a escuchar, a atender a las peticiones y dudas que sin duda le expresarán muchos de los presentes. Es seguro que las habrá. Palma queda al margen de este encuentro aunque Company ha desarrollado diferentes actos en la capital en las últimas semanas. Es el paso previo a una reunión general en Palma «próximamente».

Queda por saber la reacción de Jaume Martínez y sus partidarios, muchos de los cuales son de Palma. También de los rodriguistas, que se mantienen agazapados en los distritos palmesanos. Es la incógnita.

Por su parte, Miquel Vidal deja hacer. El entorno de Company da por hecho que este sábado hace de neutral y se queda en Santanyí. No dará el salto a Ariany. No es ni presidente ni cabeza de lista de ninguna junta local, pero es el presidente. Y los presidentes no necesitan acudir físicamente a ningún lugar. Su espíritu se intuye en cada movimiento y en cada susurro.