El dictamen de la comisión propone que el Estendard sea portado a medias por consellers y concejales. | Pere Bota

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La decisión del Consell de Mallorca de cambiar la fecha de la Diada para que se celebre el 31 de diciembre amenaza con abrir un conflicto institucional con el Ajuntament de Palma. Desde principios del siglo XVIII, Cort celebra ese mismo día la Festa de l’Estendard –que conmemora la entrada de Jaume I en la ciudad en el año 1229– y los responsables municipales se niegan a que la institución insular intente introducir cambios en la fiesta palmesana.

«Es la fiesta de Palma y la organiza el Ajuntament, por lo que la vamos a seguir organizando como se ha hecho siempre y no vamos a aceptar ninguna modificación ni que se copresida por el presidente del Consell», aseguró este martes el alcalde de Palma, José Hila. El primer edil consideró que el Consell de Mallorca puede decidir cuándo quiere poner su fiesta, «pero la del Estendard es de Palma».

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Ante este malestar de el Consell ha decidido modificar el dictamen inicial sobre el cambio de fecha de la Diada. El documento inicial se ha modificado para retirar los dos párrafos que más han molestado a Cort. En ellos que se proponía que el president del Consell copresida con el alcalde los dos actos centrales de la conmemoración de l’Estendard y que las dos instituciones participaran en las ofrendas florales a la Mare de Déu de la Salut y a la estatua de Jaume I.

Ambas instituciones han acordado comenzar una serie de reuniones para ver de qué manera puede encajar la celebración de la Diada de Mallorca en la Festa de l’Estendard. Las conversaciones comenzarán una vez que el Consell acuerde el cambio de fecha.